Un alumbrado público asequible y sostenible
Las farolas desempeñan un papel fundamental en nuestros núcleos urbanos, dado que ayudan a hacer que las calles y zonas públicas sean más seguras. No obstante, dado lo extenso de las áreas a iluminar, pueden llegar a suponer hasta el 40 % del consumo eléctrico de una ciudad. El proyecto ECOSTREETLIGHT, financiado por la UE, diseñó un tipo de farola más eficiente para ayudar a contener el coste y el gran impacto ambiental, cada vez mayores, que se derivan de un consumo energético tan elevado. Los miembros del equipo se centraron en tres aspectos principales: integrar un reflector en la bombilla, desarrollar un novedoso revestimiento para reflectores y mejorar el diseño y el proceso de fabricación de luminarias. La principal ventaja de un reflector integrado consiste en eliminar la necesidad de un cristal de protección, un avance que, por sí solo, aumenta la eficiencia de la bombilla entre un 10 y un 20 %. Este novedoso tipo de revestimiento incrementa la eficiencia del reflector entre un 95 y un 98 %, en contraste con la eficiencia habitual que, en la actualidad, oscila entre el 80 y el 90 %. Por su parte, un nuevo diseño de tubo de arco, especialmente adaptado para farolas, aumenta más de un 10 % su eficiencia respecto a los tubos de arco que se utilizan en los sistemas de alumbrado público actualmente. Además, estos nuevos componentes de iluminación son más pequeños, sencillos y baratos —en lo referente tanto a costes de fabricación como de mantenimiento— que los actuales, lo que supondrá un ahorro incluso mayor. La eficiencia energética está adquiriendo cada vez más relevancia por motivos tanto económicos como medioambientales. El equipo de ECOSTREETLIGHT estima que las tecnologías desarrolladas por el proyecto resultan un 25 % más eficientes que las soluciones ya existentes, lo que equivaldría a un ahorro energético de once teravatios hora (TW/h) en el caso de reemplazar todas las farolas de la UE por los nuevos dispositivos.
