Preparativos para la Conferencia de Kyoto: los comisarios de la UE exponen sus opiniones
El 6 de noviembre de 1997 -justo un mes antes de la conferencia internacional de la ONU sobre cambio climático que se va a celebrar en Kyoto (Japón)- los comisarios Ritt Bjerregaard (Medio Ambiente) y Christos Papoutsis (Energía) expresaron sus opiniones con relación al debate sobre cambio climático en una conferencia que tuvo lugar en Bruselas, Bélgica. La UE pide que las emisiones de tres gases de invernadero -dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (NO2)- se reduzcan hasta situarlas a un 15% por debajo de los niveles de 1990 para el año 2010. No obstante, la comisaria Bjerregaard destacó que los objetivos de la UE sólo pueden conseguirse si los grandes países industrializados adoptan otros similares. En la actualidad, las metas que se han fijado EE.UU y Japón son mucho menos ambiciosas: EE.UU propone estabilizar las emisiones a los niveles de 1990 para el 2012 y Japón ha aprobado una reducción del 5% para el mismo año. La comisaria Bjerregaard defendió la posición de la UE, declarando que: "Los objetivos propuestos no son una quimera, como sugieren algunos de nuestros críticos. Fueron acordados al más alto nivel político en razón de su necesidad ambiental y a partir de estudios que demuestran que esos objetivos son técnicamente posibles, económicamente viables y políticamente factibles utilizando tecnologías y prácticas existentes". Ambos comisarios, Bjerregaard y Papoutsis, pusieron de relieve el importante papel que desempeña el uso y la producción de energía en el debate sobre el cambio climático. Christos Papoutsis manifestó que el sector de la energía debe hacer frente a una tarea difícil: "La función de la producción, la distribución y el uso de la energía es crítica en cuanto a los niveles de emisiones de los distintos gases de invernadero. La consideración particular dada a las emisiones de dióxido de carbono coloca a la energía en el primer plano del debate político". En este contexto, el comisario Papoutsis presentó, a grandes rasgos, los elementos de la política energética de la Comisión que pueden a contribuir a la política sobre clima de la UE: "Al estudiar nuestros programas de acción en el campo de la energía, hay cuatro iniciativas específicas que van a prestar una importante contribución a nuestros esfuerzos globales para reducir las emisiones de gases de invernadero. Primero: una mayor aplicación de las fuentes de energía renovable. Segundo: el fomento de la producción combinada de calor y electricidad (cogeneración). Tercero: las medidas para el ahorro de energía. Cuarto: las mejoras orientadas a conseguir una mayor eficacia en los procesos y productos industriales, en la construcción y en el transporte". Los comisarios expresaron su esperanza de conseguir un resultado positivo en la conferencia de Kyoto, subrayando su convencimiento de que la orientación adoptada por la UE era la mejor para lograr un acuerdo efectivo. Comentando acerca de la contribución de la UE al debate, la Sra. Ritt Bjerregaard declaró: "Voy a Kyoto en busca de resultados. La UE está dispuesta a defender su posición a toda costa. En Río de Janeiro afirmamos que debíamos actuar, en Berlín volvimos a decir lo mismo. En Kyoto espero que lo hagamos.