Las zonas exclusivas y segregadas: un fenómeno creciente
El aumento en los últimos tiempos de este tipo de comunidades en el continente ha planteado interrogantes sobre los motivos por los que éstas surgen, y sobre sus efectos en la gestión urbana privada. Además, ello hace patente la insuficiente investigación que existe sobre esta tendencia. El proyecto financiado con fondos comunitarios «Challenge of private urban governance and the rise of gated communities in Europe» (GATEDPUG) se propone resolver la carencia de conocimientos sobre esta cuestión. El enfoque del que parte desecha las teorías tradicionales que recurren a los problemas sociales, los riesgos de seguridad y la eficiencia económica como elementos causales principales en el surgimiento de este tipo de zonas. De hecho, un estudio realizado en Budapest revela que las zonas exclusivas se desarrollan en distritos de baja criminalidad. Asimismo, si bien las pruebas confirman parcialmente la relevancia de los factores económicos, otros factores causales, como el prestigio que otorga el residir en comunidades exclusivas, desempeñan un papel importante. Los investigadores han desarrollado la teoría de trilema al examinar la gestión urbana y los problemas que plantean las zonas exclusivas y segregadas. Esto ilustra las tres principales consideraciones del desarrollo urbano: menores costes de congestión, un mayor grado de eficiencia en la producción de bienes y servicios públicos, y una mayor cohesión social. Las zonas exclusivas y segregadas privatizan de manera eficaz la gestión urbana y abordan cuestiones tanto de congestión como de asignación de bienes y servicios. La parte negativa es el perjuicio que ello causa a la cohesión social, si bien no está claro hasta qué punto ello se considera como un problema en este momento. El programa GATEDPUG ha realizado igualmente un análisis transeuropeo con el fin de determinar el motivo por el que en algunos países del continente existen más comunidades de este tipo que en otros. De dicho análisis se desprende que existe una relación entre los países con gobiernos centralizados y las zonas exclusivas y segregadas. Los investigadores sospechan que los gobiernos locales de los países centralizados tienen una autonomía fiscal insuficiente, y por tanto, no pueden satisfacer las necesidades de sus ciudadanos. Es precisa una labor más en profundidad para comprender el aumento de este tipo de zonas, sus efectos sobre la cohesión social y cuáles son las consecuencias a mayor escala de la privatización de la gestión urbana.