De las raíces a las cimas de las montañas
La capa más exterior del manto y la corteza conforman la rígida litosfera de la Tierra, que se divide en varias placas en movimiento relativo entre sí. Los límites de las placas tectónicas es donde se concentra la mayor parte de la actividad en la superficie terrestre. También es donde se encuentra la mayor parte de los volcanes activos y donde, durante las erupciones volcánicas, salen despedidos hacia el cielo roca fundida y gases que antes se hallaban en las profundidades del manto. Pero el material que compone una placa que se desliza por debajo de otra también se recicla en el interior de la Tierra. La actividad volcánica, además de dar lugar a nuevas islas, llanuras de lava y cordilleras montañosas, también proporcionó a los científicos participantes en el proyecto MELTARC la posibilidad de vislumbrar brevemente los procesos dinámicos que dan forma al planeta. Se habían propuesto examinar los elementos constituyentes de arcos insulares exhumados en el complejo de Kohistan, cerca de la margen continental de Asia, y en el complejo Amalaoulaou, en África occidental. Se cree que estas dos regiones de los continentes asiático y africano se componen de rocas formadas a partir de sedimentos procedentes del suelo oceánico. A causa de colisiones entre las placas tectónicas, estos depósitos se acrecentaron en los bordes de los continentes. Concretamente, los científicos de MELTARC señalaron que fenómenos de compresión, plegado y formación de fallas entre la placa oceánica y continental dieron lugar a cordilleras montañosas. Por otro lado, la investigación de la composición química de las raíces expuestas de los arcos insulares y de la corteza continental les permitió establecer varias proporciones de elementos e isótopos. De estos datos se pudieron colegir procesos activos en las zonas de subducción. Así, por ejemplo, la fricción entre las placas continentales da lugar a la formación de penachos calientes de magma que se desplazan de forma ascendente desde el manto terrestre, lo que provoca la fusión de los sedimentos del suelo marino y su mezcla con magma procedente del manto. Los científicos tienen ante sí un largo camino hasta que lleguen a comprender plenamente los arcos volcánicos y su función en la conformación del planeta y su atmósfera. No obstante, el proyecto MELTRAC amplió el corpus de conocimientos necesarios para determinar de qué manera el intercambio químico entre la corteza y el manto repercute en el crecimiento de la corteza continental.