Mejorar las propiedades de las bayas del espino amarillo
El espino amarillo (Hippophae rhamnoides) es una planta con un alto grado de resistencia a las sequías y a la salinidad que puede crecer en condiciones edáficas deficientes. Recientemente, este hecho ha despertado un considerable interés dado que ofrece la posibilidad de cultivar unas bayas de gran valor nutricional, así como una alternativa para prevenir la erosión del suelo. El proyecto HIPPOHEALTH, financiado por la Unión Europea, tenía por objetivo investigar los rasgos que serían más deseables para éstas, como pueden ser que tengan sabor a fruta y la resistencia frente al patógeno DSD (dried-shrink disease) en colecciones de plantas de China y Suecia. De esta labor de investigación se espera que contribuya al desarrollo de nuevos cultivares de espino amarillo. Los científicos del proyecto comenzaron analizando la composición química de los frutos recogidos en diversos cultivares de esta planta antes de relacionar estos hallazgos con la genética de cada cultivar. También se realizaron pruebas relativas al sabor en las que se puso de manifiesto que los consumidores muestran una clara preferencia por las bayas más dulces. A partir de estos estudios, HIPPOHEALTH identificó diversos componentes químicos que sirvieron como indicadores para reconocer las bayas más deliciosas. Si a esto le sumamos los datos recogidos a nivel genético, los investigadores disponen ahora de información que puede utilizarse para cultivar las plantas que producen las bayas más sabrosas. La totalidad de los datos generados por HIPPOHEALTH se incluirá en un instrumento de evaluación que servirá a los obtentores para clasificar los nuevos cultivares. Esto contribuirá a mejorar la producción comercial del espino amarillo.
Palabras clave
Espino amarillo, bayas, compuesto químico, cultivar, erosión del suelo, cultivos