Esclarecimiento de la motilidad del parásito de la malaria
Plasmodium falciparum, agente causante de la malaria, se transfiere a la sangre humana a través de las picaduras de mosquitos infectados. El tratamiento actual consiste en la administración de terapias combinadas de artemisina. Sin embargo, la aparición de parásitos resistentes a estos tratamientos ha obligado a la comunidad científica a revisar varios aspectos del parásito de la malaria y a encontrar nuevos fármacos que sirvan de terapia. Además de este nuevo objetivo, el equipo del proyecto «Structural and functional studies on Plasmodium formins» (FORMIN), financiado con fondos europeos, se propuso investigar la motilidad del parásito durante la infección. Prestaron especial atención a las forminas, un grupo de proteínas que regulan y participan en la formación del citoesqueleto de actina para controlar el movimiento celular. Los investigadores lograron con éxito expresar y depurar las dos isoformas de la formina de Plasmodium. Mediante el uso de metodologías basadas en rayos X, el equipo del proyecto logró esclarecer la estructura de las forminas de Plasmodium a baja resolución. Aunque son necesarios estudios de cristalización para conocer con detalle la estructura de la molécula, los análisis de microscopía electrónica revelaron la habilidad de las forminas para enredar los filamentos de actina. Los investigadores descubrieron además que la Formina-2 también interactúa con la profilina, participando potencialmente en la renovación y reestructuración dinámica del citoesqueleto de la actina del parásito. El trabajo realizado por el equipo del proyecto FORMIN ofreció una base estructural para comprender el mecanismo de la motilidad basada en actina de los parásitos que causan la malaria. La información obtenida abre nuevos caminos al aprovechamiento terapéutico a través de la modulación de la motilidad del parásito.