Genes que potencian la duración de las hojas
La demanda mundial de productos vegetales no deja de crecer y la ciencia ha de dar con modos de mejorar la productividad y la sostenibilidad de los cultivos. Un método prometedor pasa por la modificación genética de cultivos vegetales de modo que sus hojas duren más tiempo y así se alarguen sus periodos fotosintéticos y se aumente su productividad. La iniciativa financiada por la UE CROPLIFE (Enhanced plant productivity through control of lifespan) se dedicó a mejorar la vida de las hojas a través de la biología molecular y la ingeniería genética. Para lograrlo, el equipo responsable se sirvió de cultivos modelo, a saber la cebada (Hordeum vulgare) y el ballico (Lolium perenne), dos plantas ampliamente estudiadas. Los investigadores identificaron varios marcadores moleculares de senescencia (muerte celular programada) en la cebada que podrían resultar útiles para estudiar la duración de las hojas. Esta información se empleó para elegir factores de transcripción asociados a la senescencia (proteínas que regulan el momento en el que se produce la senescencia) y proceder a su estudio en detalle. El equipo de CROPLIFE identificó variantes de cultivos que maduran antes que las plantas normales en el ballico. También dio con otras variaciones genéticas vinculadas a cambios en el tiempo de vida y la senescencia. Los investigadores estudiaron la variación en la cebada y el ballico con respecto a dicha duración. Identificaron los genes asociados a la madurez temprana en la cebada y desarrollaron marcadores genéticos para las dos plantas modelo. Los responsables de CROPLIFE aprovecharon el conocimiento generado para producir varias líneas mutadas de cebada y ballico con las que identificar los reguladores clave de la senescencia.
Palabras clave
Variaciones genéticas, productividad vegetal, duración de las hojas, CROPLIFE, cebada, Lolium perenne
