El espinoso tema de las patentes de biotecnología
Las patentes de invenciones en el sector de la biotecnológica sigue siendo un tema de discrepancia dentro del seno de la Unión Europea, tras fracasar el intento de acuerdo entre los Estados miembros para implantar una Directiva europea que regule la materia. La íntegra aplicación de las condiciones establecidas en la Directiva, por las que se logra la armonización del proceso de obtención de patentes de materias vivas en Europa, tan sólo entró en vigor a comienzos de esta semana en Finlandia y en Dinamarca. Si bien, la mayoría de los restantes países han dejado claro su intención de aplicar la Directiva en cuanto les sea posible y siempre antes de finalizar el verano, Francia, Italia y Los Países Bajos, contrariamente a la decisión de los otros países, han pospuesto su entrada en vigor. La Directiva fue aprobada en 1998 y en aquel momento surgió una única a su contenido. Sin embargo, desde entonces, la preocupación entre algunos Estados miembros sobre cómo la legislación comunitaria limitará las disposiciones nacionales ha puesto en tela de juicio la facilidad de aplicación de la Directiva. En la Directiva se especifica la autorización de la concesión de patentes de nuevas invenciones pero no así de los descubrimientos. La patentes de cadenas vegetales y sus variedades, de especies animales, la modificación de la identidad genética de los seres humanos y los procesos de reproducción por clonación quedan expresamente prohibidos por la Directiva.