Prodi solicita un debate abierto sobre la clonación
La tecnología de clonación ha sido el centro de atención este verano. Con una polémica decisión, el Presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, dio a los investigadores de la Administración federal luz verde para investigar las células madre, mientras que en el Reino Unido, el Primer Ministro, Tony Blair, manifestó públicamente su apoyo a la clonación terapéutica calificada y en breve someterá a votación esta cuestión en la Cámara de los Comunes. Ahora, Romano Prodi, Presidente de la Comisión Europea, solicita un debate abierto y paneuropeo sobre la materia. "La técnica de la clonación con fines terapéuticos plantea importantes cuestiones éticas", dijo. "Ahora, ¿podemos permanecer indiferentes ante una investigación que ofrece la esperanza de tratar enfermedades hasta ahora incurables? Está cobrando forma un debate mientras se han venido escuchando distintos sentimientos en la Unión Europea. Debemos respetar esas diferencias. Sin embargo, creo que la Comisión puede contribuir a un debate abierto capaz de reunir a los europeos en torno a valores comunes. Debemos alcanzar el justo equilibrio entre rigurosas normas éticas basadas en el rechazo de la explotación del cuerpo humano con fines comerciales y nuestro deber de satisfacer las necesidades terapéuticas", dijo. Pese a todo, la Comisión enseguida ha destacado que no tiene intención de legislar ni armonizar la investigación en este campo. Sino que desea suscitar un debate sobre la clonación, con la ayuda de las iniciativas del V Programa Marco y el Grupo Europeo de Ética, que está preparando un dictamen sobre el asunto para presentárselo a la Comisión en noviembre. En virtud del Tratado de la Unión Europea, los Estados miembros conservan el derecho de elaborar su propia legislación sobre cuestiones éticas. No obstante, la Comisión afirma: "Existe en realidad una amplia diversidad de legislación -o falta de legislación- que refleja una gama de sentimientos muy diferentes en los países de la Unión (.) El objetivo de la Comisión es combinar el desarrollo científico y tecnológico con una declaración clara de los valores compartidos por los europeos". La Directiva comunitaria de 1998 sobre las patentes de invenciones en el sector de la biotecnología prohíbe que se patente el cuerpo humano en ninguna etapa de su desarrollo -incluida la célula germinal- ni ninguna parte del genoma humano. Asimismo, se proscribe la patente de la clonación reproductiva humana y la explotación comercial de embriones o elementos del cuerpo humano; además, se prohíben las patentes de modificaciones genéticas que puedan causar sufrimientos a animales a cambio de beneficios no sustanciales. La Directiva regula las condiciones según las cuales una invención basada en materia biológica puede recibir protección mediante patente, dice la Comisión; en cambio, no trata de estipular las condiciones según las cuales se puede llevar a cabo la propia investigación. Ahora, en su Comunicación relativa a un espacio europeo de investigación, la Comisión hace un llamamiento a que se preste mayor atención a los "valores éticos comunes" a escala comunitaria. Pero, mientras tanto, el Presidente Prodi está deseoso de impulsar el debate. "Espero con gran interés el dictamen que dará el Grupo Europeo de Ética en noviembre y tengo la intención de consolidar el papel del Grupo", anunció.