Nanomedicina contra el mal de Chagas
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el mal de Chagas es una de las enfermedades tropicales a las que se presta menos atención. La provoca el parásito Trypanosoma cruzi y es principalmente endémica en América Central y del Sur. Aunque la enfermedad se identificó hace ya más de cien años, sus opciones de tratamiento son muy limitadas. Aunque los dos fármacos empleados para tratar el mal de Chagas (benznidazol y nifurtimox) resultan efectivos en la fase aguda de la infección, su efecto en la fase crónica no está tan claro. Además, los efectos secundarios importantes de estos fármacos hacen que casi un 30 % de los pacientes abandonen la medicación, por lo que se necesitan nuevas intervenciones. En este contexto, el proyecto financiado con fondos europeos «Benznidazol and triazol research group for nanomedicine and innovation on Chagas disease» (BERENICE) pretende desarrollar una nueva formulación farmacológica para el tratamiento del mal de Chagas. La idea es utilizar nanotecnología para encapsular el benznidazol y obtener así un sistema de administración dirigida del fármaco que en principio debería tener menos efectos secundarios. Al liberarse el fármaco directamente en la célula y no en el tejido circundante, cabe esperar que sea mejor tolerado. Entre los objetivos del proyecto está seleccionar la mejor formulación y determinar su perfil de liberación, actividad biológica y seguridad in vitro e in vivo. El fin último del estudio es la realización de ensayos clínicos para evaluar la eficacia, biodistribución y seguridad de la nueva formulación farmacológica. Hasta la fecha, los integrantes del proyecto han investigado una serie de materiales y combinaciones de materiales de cara a su utilización como sistemas de administración de fármacos lipídicos. Se han caracterizado estructuralmente distintos sistemas nanoconjugados con vistas a la encapsulación del benznidazol. La eficacia del fármaco in vitro se ensayará en cultivos de cardiomiocitos y células gliales previamente infectados con el parásito. La normalización de esos procedimientos de laboratorio permitirá en último término realizar ensayos clínicos en los que se evalúe la eficacia del fármaco mediante análisis moleculares y serológicos. El objetivo global del estudio BERENICE es desarrollar una intervención de bajo coste con un impacto inmediato en el control del mal de Chagas. Además, los datos farmacocinéticos y farmacodinámicos obtenidos del principal fármaco tripanocida, el benznidazol, servirán para mejorar su administración. Todos estos avances deberían reducir de manera significativa la pesada carga socieconómica que actualmente representa la enfermedad.
Palabras clave
Nanomedicina, mal de Chagas, Trypanosoma cruzi, benznidazol, nanotecnología
