Polvo inteligente para edificios energéticamente eficientes
Las partículas de polvo inteligente o motas comprenden plataformas distribuidas espacialmente que utilizan sensores autónomos para monitorizar el entorno físico o químico. El proyecto WIROX(se abrirá en una nueva ventana) (Oxide nanostructures for wireless chemical sensing), financiado por la Unión Europea, tenía como finalidad abordar el problema de incorporar sensores de gases eléctricos en motas. El consumo reducido de energía y la capacidad de «buscar» energía mediante celdas solares de bajo coste son esenciales para que estos dispositivos de polvo inteligente funcionen durante más tiempo. Esto se debe a que recuperar una mota para sustituir sus baterías resultaría sumamente caro y nada práctico. Por tanto, estos sensores autónomos de nanohilos de óxido metálico se dotaron de celdas solares de puntos cuánticos para obtener energía de alimentación del entorno. Las motas se utilizarán principalmente en edificios eficientes energéticamente, que ya son los destinatarios de algunos de los despliegues de redes de sensores más grandes del mundo. La detección inalámbrica de gases para el control de calidad del aire podría aumentar de forma importante el rendimiento de los sistemas de calefacción, ventilación o aire acondicionado. WIROX creó sinergias entre los esfuerzos de investigación fundamental y aplicada y así estimulará colaboraciones duraderas a nivel internacional y acelerará los avances en este campo. También reunió a cuatro institutos europeos de investigación y tres prestigiosas organizaciones de Australia, Canadá y Sudáfrica. Formación, intercambios de personal y actividades de establecimiento de colaboraciones entre los socios de proyecto fueron una parte sumamente importante del proyecto. Todas las instituciones implicadas trabajan en la vanguardia de los nanomateriales y sus experiencias complementarias y la transferencia de conocimientos han desempeñado un papel muy importante en el éxito de la iniciativa. Además, la participación de economías emergentes, como Sudáfrica, en ciencia y tecnología, dará lugar al desarrollo de capacidades para empleos de alto nivel y a actividades de soporte para aumentar la competitividad de la UE en el mercado global.