La evolución de las interacciones planta-hongo
Los hongos y las plantas tienen una larga historia de asociación intima, ya sea nociva (algunos hongos son parásitos) o beneficiosa (muchos hongos ayudan a las plantas a obtener nutrientes). Una relación mutuamente beneficiosa, conocida como simbiosis, posiblemente permitió que las plantas sin raíces colonizaran la superficie terrestre hace unos cuatrocientos cincuenta millones de años. Los investigadores del proyecto financiado por la Unión Europea «Origin and early evolution of plant symbionts» (SYMBIONTS)(se abrirá en una nueva ventana) están empleando colecciones científicas de plantas fosilizadas para encontrar indicios directos de asociaciones ancestrales entre plantas y hongos. Cuando las plantas están fosilizadas, sus tejidos blandos quedan a menudo preservados en minerales, junto con los organismos microscópicos que viven en sus tallos, raíces y hojas. Las plantas petrificadas, plantas que se han convertido en roca, son especialmente útiles ya que estas son replicas casi exactas del espécimen original hasta a un nivel microscópico. Empleando avanzadas técnicas de microscopía y de imagen, los investigadores al cargo del proyecto lograron categorizar los hongos encontrados en doscientas muestras representativas, describiendo nuevos microorganismos para la ciencia y clasificando sus relaciones evolutivas con plantas. Es más, obtuvieron imágenes tridimensionales de gran resolución de microorganismos fósiles presentes en las primeras plantas conocidas que habitaron la superficie terrestre hace cuatrocientos siete millones de años. Dos nuevos grupos descubiertos, relacionados con los hongos simbiontes actuales, desempeñaron un papel crucial en la evolución, ya que ayudaron a las primeras plantas terrestres a obtener los nutrientes necesarios para sobrevivir en la superficie terrestre. Es más, las asociaciones entre hongos acuáticos y las primeras plantas terrestres señalan que las relaciones planta-hongo se remontan incluso a antes de que las plantas se adaptaran a las condiciones terrestres. Por tanto, estos hongos acuáticos, que hoy en día causan graves enfermedades, fueron probablemente elementos importantes de los primeros ecosistemas terrestres y solo con posterioridad evolucionaron hasta convertirse en patógenos. En conjunto, los resultados del proyecto SYMBIONTS confirman que las relaciones planta-hongo se remontan en el tiempo hasta las primeras plantas terrestres conocidas. Estos primitivos ancestros de las plantas terrestres actuales no tenían raíces y, por tanto, desarrollaron una relación de dependencia con hongos para obtener nutrientes del suelo que dura hasta la actualidad.