Un vistazo a las culturas antiguas a través del suelo
Existen un número incontable de actividades y comportamientos humanos que afectan a los suelos. Por ejemplo, la preparación de alimentos, los trabajos y el mantenimiento de animales domésticos dejan rastros de moléculas orgánicas que pueden medirse con equipos sofisticados. El proyecto ANTHROSOIL (Signatures in anthropological soils: Developments for the identification of activities associated with daily life), financiado con fondos europeos, se centró en desarrollar métodos de identificación de rastros para posteriormente probarlos en una yacimiento arqueológico cerca de Stonehenge. Se cree que el poblado de Durrington Walls, uno de los yacimientos arqueológicos británicos más estudiados, fue el lugar donde los trabajadores permanecieron durante la construcción de Stonehenge. Los investigadores recogieron más de quinientas muestras de suelo dentro y alrededor de las casas de Durrington Walls. Las muestras se analizaron para determinar su composición elemental (nitrógeno, oxígeno y carbono) así como la presencia de líquidos usando un sofisticado análisis bioquímico. Determinar la constitución del suelo en el área requirió un paso adicional de extracción con ácidos a fin de identificar lípidos unidos a los carbonatos del suelo. El proyecto ANTHROSOIL empleó software para situar cada muestra de suelo en su lugar exacto y buscó los datos necesarios para determinar patrones e información sobre las actividades diarias. Los investigadores pudieron conocer mejor la dieta y las actividades diarias de las personas del poblado, así como el uso que estas dieron a cada uno de los edificios. Los métodos desarrollados en el seno del proyecto ANTHROSOIL son muy útiles para los arqueólogos de todo el mundo. La aplicación del análisis orgánico de suelos a la arqueología ampliará el número de herramientas disponibles para que los investigadores estudien los yacimientos antiguos.