Conferencia de biotecnología pide que se solucione la "paradoja" de la investigación europea
En una conferencia sobre "Ciencias de la vida y biotecnología: una visión estratégica", celebrada en Bruselas el 27 y el 28 de septiembre, se llegó a la conclusión de que se requiere una acción urgente para convertir en progreso económico la investigación biotecnológica europea de vanguardia y solucionar la "paradoja europea" de una investigación de gran calidad con escasa explotación comercial de sus resultados. La manifestación también brindó una perspectiva sobre las consecuencias de los elementos éticos y de percepción pública de la biotecnología que se está desarrollando. En el seminario "Potencial y desarrollo" de la conferencia, Bruno Hansen, de la DG de Investigación, afirmó que, si bien la investigación biotecnológica de la UE progresaba de forma adecuada, "parece como si no fuésemos demasiado eficaces en trasladar la investigación a la práctica." Dijo que la UE debe avanzar con celeridad para alcanzar a EEUU en el ámbito de la competitividad mejorando la conexión de redes y la compatibilidad entre Estados miembros y perfeccionando la base de competencias de la UE. También reclamó que se promoviese la conciencia acerca de la comercialidad, se tratasen desde un primer momento las cuestiones éticas, y mejorase la comprensión pública de la investigación, con el propósito de impulsar la innovación biotecnológica. Christian Siebert, subjefe de la unidad "biotecnología y competitividad en los productos farmacéuticos" de la DG de Empresa, se refirió asimismo a la necesidad de maximizar el potencial económico de la investigación biotecnológica de la UE. En el seminario "Innovación y competitividad" de la conferencia declaró: "A menudo la innovación no llega al mercado", y culpó de ello a la fragmentación existente entre la comunidad académica y la industria, entre las distintas disciplinas y entre los programas nacionales de investigación. Puso de relieve la necesidad de que los europeos reconozcan que "la innovación no es un acontecimiento aislado, sino una cadena", y solicitó un refuerzo de los vínculos entre educación, investigación e innovación. Dijo que, para lograrlo, eran esenciales los centros de excelencia propuestos en el próximo Programa Marco de IDT, el VIPM, junto con iniciativas que apoyen el aprovechamiento comercial de los resultados de la investigación, por ejemplo los programas de transferencia de tecnología y los viveros de empresas. El Comisario de Investigación, Philippe Busquin, también se refirió al tema de la innovación, recalcando que la biotecnología es un elemento clave para lograr el objetivo fijado en la cumbre de Lisboa de marzo de 2000: convertir Europa en la economía del conocimiento más competitiva del mundo. Dijo que la UE debía actuar con rapidez para no "perder el tren", destacando el proyecto del genoma humano como ejemplo de la clase de "masa crítica" que podía generarse en biotecnología mediante los proyectos integrados a gran escala del propuesto espacio europeo de investigación. En la sesión de clausura el Comisario de Agricultura Franz Fischler mencionó asimismo que se requería un enfoque "dinámico" de la biotecnología, ya que "Europea no puede perder las oportunidades que ofrece la biotecnología". Puso de relieve que había que ganarse la confianza de los consumidores a través de una información y una reglamentación adecuadas sobre la utilización de la biotecnología en el sector agroalimentario. Manifestó que los agricultores, sin embargo, debían tomar la iniciativa con respecto al enfoque de las cuestiones de biotecnología, o "vivir con políticas diseñadas por otros." En el seminario "Reglamentación y gobernanza" la directora Paola Testori Coggi, de la DG de Sanidad y Protección del Consumidor, dijo que las propuestas de la Comisión referentes al etiquetado de alimentos y piensos modificados genéticamente eran esenciales para mantener la confianza pública, y "los científicos que actúan en el proceso de evaluación de riesgos deben ser independientes, y parecer que lo son." Añadió que, en consecuencia, cabía esperar mucho de la futura Autoridad alimentaria europea en su función evaluadora de la seguridad de los productos modificados genéticamente de conformidad con la nueva legislación. La Sra. Coggi agregó que algunos participantes en el seminario habían expresado su preocupación por el hecho de que el nuevo plan de etiquetado redujese la capacidad de elección de los consumidores, ya que el impacto negativo de la etiqueta de modificación genética sobre un producto haría que los comerciantes minoristas, en primer lugar, decidiesen no venderlos. En el seminario sobre "Percepción pública e implicaciones éticas", el secretario general adjunto de la Comisión, Bernhard Zepter, dijo que algunos asistentes también habían manifestado su preocupación al respecto, porque creían que el etiquetado de los productos modificados genéticamente podía provocar un rechazo total de tales productos. El Sr. Zepter también afirmó que existía una división en la percepción pública de los avances biotecnológicos. En su opinión, el uso de la biotecnología con propósitos farmacéuticos solía ocasionar menos problemas en el público en general, pero a menudo éste consideraba menos aceptable la utilización de biotecnología en áreas "verdes", por ejemplo la agricultura y los alimentos. Al referirse al debate sobre cuestiones éticas en biotecnología, el Sr. Zepter dijo que los adelantos en biotecnológicos, por ejemplo la investigación sobre células madre y los avances en el diagnóstico de defectos genéticos, no deben usurpar la dignidad y la libertad humanas. También se refirió a la petición de la Comisaria de Medio Ambiente, Margot Wallström, de aceptar las limitaciones de la investigación científica en esta área, y afirmó la importancia de que la investigación reconozca su autolimitación basándose en las pruebas apropiadas. El eurodiputado luxemburgués Robert Goebbels, presidente de la comisión temporal del Parlamento Europeo sobre genética humana, también habló acerca de la cuestión ética, y dijo que "la libertad de investigación, como todas las libertades, no es absoluta." Agregó, sin embargo, que la Unión Europea tenía el deber de estimular la investigación sobre biotecnología y genética humana debido a los enormes beneficios médicos que podría aportar. Solicitó un presupuesto específico de la UE destinado a la investigación sobre células madre con supervisión pública, y afirmó que "en el ámbito de la UE sólo debería prohibirse la investigación que acabe en una clonación humana". El Sr. Goebbels manifestó asimismo que las cuestiones éticas vinculadas a la investigación sobre células madre no pueden referirse apelando a una especie de código moral universal. "No existe una moralidad natural," sostuvo. "A veces la naturaleza es generosa, y a veces es cruel. El ser humano tiene que actuar con base en la libertad." El Comisario Busquin declaró que la colaboración internacional, por ejemplo la propuesta de espacio europeo de investigación, era decisiva para afrontar las cuestiones éticas implicadas en la investigación biotecnológica. En su opinión, los Estados individuales no pueden decidir aisladamente acerca de cuestiones éticas, ya que éstas atraviesan las fronteras nacionales. Agregó que la "dimensión europea" de la ciencia es ahora "más importante que nunca" para aclarar el debate. En la sesión de clausura continuó debatiéndose la cuestión que el presidente de la sesión, lord Selborne, de la Cámara de los Lores del Reino Unido, calificó de "democratización del conocimiento." Afirmó que "el impacto de la biotecnología será global" y, por consiguiente, los dirigentes políticos son responsables en último término no sólo ante la UE y sus Estados miembros, sino "ante toda la humanidad". La conferencia formaba parte de una amplia consulta pública lanzada por la Comisión Europea como preparación de un amplio documento político sobre biotecnología y ciencias de la vida en el próximo decenio y con posterioridad, que la Comisión aspira a presentar a finales de este año.