Un informe de la AEMA muestra una reducción general de las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE
Un informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente (AEMA) sobre "Tendencias en la emisión de gases de efecto invernadero en la Comunidad Europea y los Estados miembros, 1990-99" pone de manifiesto una reducción general de las emisiones de gases de efecto invernadero en Europa durante este período. El estudio, publicado en agosto del presente año, muestra que en 1999 el total de emisiones de gases de efecto invernadero en la UE se redujo un dos por ciento con respecto a los niveles de 1998, y un cuatro por ciento en comparación con los niveles de 1990. Según el informe, las razones básicas de la reducción que se comprobó entre 1998 y 1999 eran la sustitución del carbón por el gas en la producción de electricidad, y un invierno relativamente benigno. El informe señaló que dentro de estas cifras las emisiones de dióxido de carbono en los 15 Estados miembros disminuyeron un 1,4 por ciento desde 1998 y un 1,6 por ciento desde 1990. Estas reducciones se lograron a pesar de un crecimiento del PIB (producto interior bruto) real del 2,5 por ciento y un aumento del 0,9 por ciento en el uso de energía en toda la UE entre 1998 y 1999. Esta desvinculación de las emisiones de gases de efecto invernadero con respecto al crecimiento económico y la utilización de energía ha sido aún más notable entre 1990 y 1999, período durante el cual la población de la UE creció un 3,2 por ciento y las emisiones de gases de efecto invernadero de la CE pasaron de 11,5 a 10,7 toneladas per capita. El informe señala que Alemania y el Reino Unido son los mayores emisores de gases de efecto invernadero, y representan en conjunto aproximadamente el 40 por ciento del total de emisiones de la UE. Estos dos Estados miembros lograron una reducción del total de emisiones de gases de efecto invernadero de 81 megatoneladas de equivalentes del dióxido de carbono en comparación con 1998, y 330 megatoneladas de equivalentes del dióxido de carbono en comparación con 1990. Las principales razones de ello fueron el incremento en la eficiencia de las plantas alemanas de electricidad y de calefacción, y la reestructuración económica del país después de la reunificación. La AEMA también citó un informe reciente que sostenía que las consecuencias de la unificación y la reestructuración económica de Alemania y la liberalización del mercado de la electricidad en el Reino Unido explican en conjunto aproximadamente la mitad de la reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero de dichos países. La AEMA analizó también las posiciones de los diferentes Estados miembros en relación con los objetivos de emisión de gases de efecto invernadero señalados en Kyoto. Descubrió que Alemania, Luxemburgo y el Reino Unido ocupaban las posiciones de cabecera, y Francia, Finlandia y Suecia aportan una contribución positiva a la consecución de los objetivos de emisión de la UE. Los demás Estados miembros -Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Grecia, Irlanda, Italia, Países Bajos y Portugal- contribuyen de manera negativa a la tendencia comunitaria global, arrojando España, Irlanda y Portugal unos resultados particularmente negativos. El estudio examinó asimismo los diferentes sectores responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero en la UE. Se descubrió que las emisiones procedentes de los transportes han crecido con rapidez desde 1990, debido principalmente al aumento del transporte por carretera en casi todos los Estados miembros. Esto incluye un incremento en las emisiones de N2O (óxido nitroso) debido a la mayor utilización de convertidores catalíticos que reducen las emisiones contaminantes de la atmósfera pero producen N2O como subproducto. El segundo origen básico de emisiones que aumentó de forma sustancial consistía en las emisiones de HFC (hidrofluorocarbono) de los procesos industriales. Ciertos HFC se utilizan como sustitutivos de los CFC (clorofluorocarbonos) perjudiciales para la capa de ozono, que fueron eliminados gradualmente en el decenio de 1990. Las máximas reducciones se lograron en el sector energético, sobre todo en la producción térmica y de electricidad, debido principalmente a las mejoras en la eficiencia energética y al paso del carbón al gas en varios Estados miembros. La siguiente máxima reducción en las emisiones de gases de efecto invernadero se consiguió en la emisión de N2O en las industrias químicas del Reino Unido, Francia y Alemania, gracias a haber tomado medidas específicas en la producción de ácido adípico en dichos países. El informe de la AEMA observa grandes diferencias entre las tendencias de las emisiones en los Estados miembros de la UE durante el período que abarca el informe. Estas disparidades se deben no sólo a factores socioeconómicos y meteorológicos, pero también a la ejecución de políticas nacionales que poseen un efecto directo o indirecto sobre los gases de efecto invernadero. Poniendo como ejemplo la emisión de CO2, el informe señala que una de las causas más importantes para la disminución de las emisiones de CO2 en las industrias energéticas en varios Estados miembros, sobre todo en el Reino Unido, es la sustitución del carbón por el gas como combustible en las centrales térmicas de producción de electricidad. Afirma que este cambio permitió una reducción del 20 por ciento en las emisiones de gas CO2 en el Reino Unido durante el período 1990-1999, impulsada básicamente por la liberalización del mercado eléctrico en ese país. Sin embargo, el informe añade que la rebaja en los precios de la electricidad para el consumidor, gracias a esta liberalización del mercado, ha servido también para desincentivar las mejoras en la eficiencia energética en los consumidores. El informe señala también la mayor utilización de la cogeneración de calor y electricidad (CHP) en la UE, y un aumento en la producción de electricidad procedente de energías renovables. Afirmó que Dinamarca llevó a cabo un avance notable en el uso de la energía eólica, que creció casi un cinco por ciento entre 1990 y 1998, y representa casi un siete por ciento de la producción de electricidad al final de este período. La AEMA destaca que Finlandia, Suecia y el Reino Unido tienen los niveles más bajos de emisión de dióxido de carbono y de crecimiento de la utilización de combustible en el transporte por carretera dentro de la UE, y apunta que una posible razón de ello son los precios elevados o crecientes del combustible. El informe también ha dicho que la reforma fiscal ecológica se había utilizado para estimular un uso ecológico de la energía, sobre todo en los países nórdicos y en Alemania. De conformidad con el protocolo de Kyoto la UE acordó reducir para 2008-12 sus emisiones de gases de efecto invernadero en un ocho por ciento por debajo de los niveles de 1990.