La Comisión aprueba propuestas sobre combustibles alternativos
El 7 de noviembre la Comisión Europea aprobó una serie de propuestas destinadas a estimular el uso de combustibles alternativos en el transporte. El plan de acción y las dos propuestas de Directivas tienen como objetivo reducir la dependencia del petróleo que existe en los transportes europeos, comenzando por una promoción en el ámbito reglamentario y fiscal de los biocombustibles (combustibles producidos a base de plantas y residuos orgánicos). La Comisión considera que los biocombustibles constituyen la fuente de combustible alternativo más viable a corto y medio plazo. A pesar del compromiso de la Unión Europea de reducir un ocho por ciento las emisiones de gases de efecto invernadero de 2008 a 2012 de conformidad con el protocolo de Kyoto, en la UE continúa produciéndose un notable crecimiento de las emisiones de dióxido de carbono. Además, la abrumadora dependencia del sector del transporte con respecto al petróleo es un factor esencial dentro de las considerables importaciones de energía que lleva a cabo la Unión. "En la actualidad el mercado del transporte depende casi por completo de los combustibles que tienen como origen el petróleo," ha dicho la Comisaria de Energía y Transporte, Loyola de Palacio. "Este plan de acción coherente que adopta una estrategia de combustibles alternativos afronta esa dependencia excesiva, que provoca una gran preocupación ecológica y de suministros en la Unión Europea." El Comisario de Agricultura, Franz Fischler, ha añadido: "La producción de bioenergía puede brindar nuevas fuentes de ingresos para las explotaciones agrícolas. Podría convertirse en una demostración concreta de agricultura sostenible y multifuncional." El plan de acción elaborado por la Comisión expone una estrategia para la sustitución del 20 por ciento de los combustibles diesel y de gasolina en el sector del transporte por carretera en 2020. Destaca tres fuentes de combustible, cada una de las cuales estaría en condiciones de aportar más del cinco por ciento del total del combustible utilizado en el transporte en esa fecha: los biocombustibles, el gas natural y las celdas de combustible y de hidrógeno. El plan de acción también solicita contribuciones de la industria y de las organizaciones no gubernamentales que pongan en claro los temas pendientes en relación con la introducción del gas natural y el hidrógeno como combustibles para el transporte. La primera Directiva que se propone establecería un porcentaje mínimo de biocombustibles con respecto al total de combustibles comercializados, que comenzaría por un 2 por ciento en 2005 y llegaría al 5,75 por ciento en 2010. La segunda Directiva que se propone permitiría que los Estados miembros redujesen los impuestos indirectos sobre los biocombustibles, puros o mezclados con otros combustibles, pero sin convertir en obligatoria tal reducción. Se espera que la implantación de estas medidas fiscales ayude a compensar el elevado coste de la fabricación de biocombustibles en comparación con los combustibles fósiles, y estimule el crecimiento de la industria de los biocombustibles. La propuesta permitiría que los Estados miembros disminuyan los impuestos indirectos en proporción al porcentaje de biocombustibles incorporados al combustible sin necesidad de una autorización específica del Consejo de Ministros de la UE. La propuesta está sujeta a revisión antes del 1 de enero de 2008. El Comisario del Mercado Interior, Frits Bolkestein, ha declarado: "La Directiva propuesta que permite a los Estados miembros reducir los impuestos indirectos sobre los biocombustibles introduciría un importante incentivo para que los agentes económicos adopten productos que promuevan el desarrollo sostenible." En las negociaciones sobre el cambio climático celebradas en Marrakech, la Comisaria de Medio Ambiente de la UE, Margot Wallström, subrayó el 7 de noviembre su determinación de alcanzar decisiones que ayuden a la aplicación del protocolo de Kyoto. "Estamos aquí en Marrakech para concluir un trabajo," dijo la Sra. Wallström. "Quedan pendientes, sin embargo, algunas negociaciones intensas. Es indudable que aún no hemos llegado al final." La Sra. Wallström afirmó que el paquete de Kyoto de la UE, expuesto por la Comisión en octubre, "confirmó nuestra aspiración de mantener el liderazgo de la UE en la lucha contra el cambio climático." Añadió, además: "Los trágicos acontecimientos del 11 de septiembre resaltan la necesidad de respuestas coordinadas y multilaterales sobre cuestiones que los países no pueden solucionar individualmente. El cambio climático es una de estas cuestiones absolutamente decisivas."