English Nature hace un llamamiento a la Comisión para que "se piense dos veces" la introducción de la colza transgénica
Un representante del organismo gubernamental británico English Nature ha hecho un llamamiento a la Comisión Europea para que "se lo piense dos veces" antes de autorizar el cultivo de colza modificada genéticamente en la UE, a raíz de un estudio que pone de manifiesto que puede causar la proliferación de malas hierbas poco beneficiosas. Un estudio realizado en Canadá sobre el cultivo de colza modificada genéticamente resistente a herbicidas, encomendado por English Nature, ha revelado que la plantación de estos cultivos puede provocar un proceso denominado "amontonamiento genético", en el que los genes de distintas variedades modificadas genéticamente se acumulan en plantas que crecen de semillas dispersadas durante la cosecha (plantas espontáneas). Esto puede desembocar en una polinización cruzada entre las distintas variedades de cultivos y en la creación de plantas con características genéticas acumuladas de diferentes variedades modificadas genéticamente. El estudio canadiense ha revelado que ahora las plantas creadas por "amontonamiento genético" son resistentes a varios herbicidas ampliamente utilizados, por lo que los agricultores recurren habitualmente a herbicidas más viejos para controlarlos. En Canadá el problema se ve exacerbado por el fracaso del sistema voluntario de la separación de cultivos, que ha llevado a un aumento de los índices de polinización cruzada entre las variedades modificadas genéticamente. El Dr. Brian Johnson, asesor biotecnológico de English Nature, dijo a Noticias CORDIS que en el informe "se arguye con toda razón que es inevitable que veamos este tipo de amontonamiento genético en Europa" si el cultivo de colza modificada genéticamente, como la estudiada en Canadá, se introduce en la UE. El Dr. Johnson instó a los responsables de la regulación de los organismos modificados genéticamente a que "piensen detenidamente" antes de difundir este tipo de colza en la UE. "Todavía no sabemos cómo se comportarán las plantas con genes acumulados en los campos de los agricultores ni en el medio silvestre. El sistema regulador europeo no ha aprobado aún la difusión general de las semillas oleaginosas modificadas genéticamente resistentes a los herbicidas," dijo. English Nature se esforzará "para que los riesgos de un posible amontonamiento genético se traten correctamente y para que evitemos los errores que cometimos en Canadá, " añadió. El Dr. Johnson dijo que le preocupaba que pudiera introducirse en la UE colza procedente de "amontonamiento genético" sin una comprensión cabal de sus posibles efectos si se levanta la actual suspensión de facto de las autorizaciones de nuevos productos modificados genéticamente. Destacó en particular la colza modificada genéticamente resistente al glifosato -como la variedad de colza Roundup Ready de la empresa estadounidense Monsanto-, señalando que la introducción de esa variedad "llevaría inevitablemente... a una resistencia a múltiples herbicidas." English Nature también manifestó preocupación por la propuesta de la Comisión Europea de permitir un umbral de hasta el 0,7 por ciento de semillas modificadas genéticamente en los lotes de semillas de cultivos convencionales. El Dr. Johnson señaló a Noticias CORDIS que sería "casi imposible controlar esos umbrales pues, según explicó, un uno por ciento de contaminación de organismos modificados genéticamente en un campo podría equivaler a miles de plantas. Añadió que si ese uno por ciento contiene diversas variedades modificadas genéticamente, entonces se acaba con varias cepas modificadas genéticamente en un campo," y todas ellas intercambian genes libremente.' El Dr. Johnson pidió a la Comisión que "retrasara la decisión sobre esta propuesta" hasta que "se complete y entienda" la investigación sobre amontonamiento genético y resistencia a los herbicidas de la colza que se está llevando a cabo actualmente en Francia y Reino Unido." Durante esta investigación, -explicó- se plantan deliberadamente diferentes variedades de colza modificada genéticamente cerca unas de otras; hasta el momento, se desprende de los resultados que eso puede llevar al desarrollo de una resistencia a múltiples herbicidas por parte de la especie. A English Nature le preocupa que los intentos por eliminar las cepas de cultivos con resistencia a múltiples herbicidas puedan desencadenar un uso más intenso de herbicidas en las márgenes de los campos y en los hábitat sin cultivar, que constituyen un importante refugio para la flora silvestre. Indicó que "una gran parte de la flora silvestre de Europa vive en las márgenes de los campos" y que sería irónico que la Comisión y el Gobierno de Reino Unido, que están tratando de reducir el uso de productos químicos en la agricultura, crearan la necesidad de un mayor uso de herbicidas "sin querer."