Busquin, satisfecho con la propuesta de aumento de la inversión empresarial en I+D de Blair y Kok
El comisario europeo de Investigación, Philippe Busquin, ha expresado su satisfacción por el llamamiento dirigido por el primer ministro británico, Tony Blair, y su homólogo holandés, Wim Kok, para incrementar la inversión empresarial en investigación y desarrollo (I+D). Ambos líderes expresaron este llamamiento en una carta dirigida al presidente del Gobierno español, José María Aznar, quien preside actualmente el Consejo Europeo hasta la conclusión del semestre de Presidencia española de la UE. En un documento adjunto a la carta, Blair y Kok pusieron de relieve la disparidad existente entre las altas cuotas de aprovechamiento de nuevas tecnologías y descubrimientos científicos de EEUU y la "paradoja europea", esto es, la incapacidad de la UE de capitalizar una base científica y de conocimiento saludable. "No basta con que los Estados miembros cuenten con una base firme de investigación pública", se arguye en el documento. "También es necesario estimular la inversión empresarial en I+D y altos niveles de difusión tecnológica para liberar el potencial de innovación de la UE". El comisario Busquin celebró el llamamiento, convencido de que "Europa no puede pretender el liderazgo de la economía del conocimiento mientras siga produciendo conocimientos muy por debajo de sus competidores". Philippe Busquin entiende que en ello tiene Europa una de sus máximas prioridades, y advierte de las disparidades crecientes entre los niveles de inversión en I+D de Europa, por una parte, y de Japón y EEUU, por otra. En el documento, los señores Blair y Kok invitan a la Comisión Europea a emitir, en la primavera de 2003, un paquete de medidas concretas destinadas a potenciar la innovación en Europa. Los dos máximos dirigentes de sus ejecutivos aspiran a que se ponga en marcha un plan de acción por el que se cree "un espacio europeo integrado de investigación e innovación, centrado en reformas estructurales e institucionales clave". Aun respaldando la resolución de la Comisión de crear un "espacio europeo del conocimiento", el documento insiste en la necesidad de recalcar la importancia de la innovación. "La UE necesita dedicarse con prioridad a garantizar un flujo despejado de conocimiento a través de un sistema coherente y comunitario de innovación. Quienes aprovechen y exploten el conocimiento es necesario que se junten con los que lo financian y los que lo producen", así se afirma en el documento. Asimismo, se solicita que la UE desarrolle "un espacio europeo de investigación e innovación plenamente integrado que se inspire en el actual espacio europeo de investigación sin dejar de salirse de las propuestas más recientes de la Comisión". Se aboga igualmente por concretar una reforma que permita que los innovadores europeos ostenten, al igual que sus homólogos norteamericanos, "derechos de propiedad intelectual con fines de captación de recursos financieros". Se defiende la opción de superar la "inflexibilidad" que ha entorpecido la creación de una patente europea y de concertar "una solución favorable a la innovación que puedan usar las empresas". Los señores Blair y Kok invitaron igualmente a la Comisión a formular recomendaciones y facilitar ejemplos de buenas prácticas en materia de derechos de propiedad intelectual. Los dirigentes británico y holandés entienden que los Programas Marco plurianuales de investigación de la UE "ocupan un lugar inmejorable para facilitar y catalizar flujos de conocimiento y modalidades de cooperación por todo el territorio de la UE". Piden que de los proyectos de investigación la atención se traslade a la interconexión entre la industria y la universidad, el establecimiento de asociaciones público-privadas y la transferencia de conocimiento. Durante el Consejo Europeo de Lisboa celebrado en marzo de 2000, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE concertaron el objetivo de convertir a Europa en la economía del conocimiento más dinámica antes del año 2010. Pues bien, la Comisión ha informado de que las disparidades actuales de inversión en I+D suponen una amenaza para dicho objetivo. Con motivo de un seminario informal celebrado en Girona, en el mes de febrero, los ministros de Industria e Investigación convinieron en la necesidad de adoptar medidas que fomentaran la contribución del sector privado a la consecución del objetivo europeo de invertir, de aquí a 2010, el 3 por ciento del PNB en I+D.