Un laboratorio forense móvil
Para abordar adecuadamente cualquier futuro incidente de carácter químico, biológico, radiológico y nuclear (QBRN) es preciso contar con un protocolo forense de identificación inmediata in situ de los agentes empleados. Por consiguiente, la UE ha iniciado un debate sobre la posibilidad de desarrollar algún tipo de laboratorio móvil de diagnóstico de QBRN. El proyecto MIRACLE (Mobile laboratory capacity for the rapid assessment of CBRN threats located within and outside the EU), financiado con fondos europeos, se puso en marcha para definir este concepto. El consorcio también ofreció recomendaciones sobre las estructuras más adecuadas y las capacidades y el funcionamiento del laboratorio propuesto. La primera de las tres fases del proyecto se dedicó al análisis y la definición de conceptos. El equipo confeccionó un glosario de términos y examinó varios supuestos de actuación. Se seleccionaron un total de diez situaciones hipotéticas, tanto intencionadas como accidentales, en las que intervenían distintos agentes QBRN y que requerían la activación de un operativo transnacional tanto dentro como fuera de la UE. Los investigadores consultaron a un grupo de expertos formado por 162 altos cargos del Ejército y las fuerzas de seguridad los requisitos que debía cumplir el laboratorio, las capacidades y debilidades de la UE en la materia y posibles medidas correctivas. A continuación, los socios plantearon soluciones a las necesidades de investigación y desarrollo tecnológico definidas. Entre otras muchas cuestiones, propusieron nuevos sistemas de detección e identificación de trazas de sustancias clasificadas como QBRN. Asimismo, recomendaron una serie de mejoras de los sistemas ya existentes para aumentar su capacidad y velocidad de detección y facilitar su trasporte. El equipo también incidió en la formación del personal de emergencias. La última fase del proyecto se dedicó a la unificación de criterios, a fin de establecer buenas prácticas sin llegar al extremo de imponer un protocolo rígido de actuación. También se confeccionó una lista de funciones operativas que permitió realizar análisis y comparaciones desde varios puntos de vista. Los expertos recomendaron armonizar las funciones operativas para poder comparar todas las necesidades y actividades implicadas en la práctica forense. En esta fase se expuso una selección de estructuras operativas y procedimientos optimizados. También se plantearon otros aspectos deseables del futuro sistema, como la modularidad, que dotaría al laboratorio de mayor versatilidad en operaciones en las que intervengan varias unidades nacionales e internacionales. El consorcio sugirió la posibilidad de disponer de unidades ligeras que pudiesen trasladarse rápidamente al lugar de los hechos en primera instancia y de otras más lentas que se desplazarían en caso necesario. Por último, se instó a la UE a desarrollar una red de centros de formación para prepararse ante incidentes reales, así como a coordinar una red de módulos operativos. El debate suscitado en el marco del proyecto MIRACLE permitió definir los principios operativos y los conceptos rectores de una nueva capacidad europea de análisis forense de QBRN inmediato y sobre el terreno. Las medidas propuestas por el consorcio supondrían una mayor capacidad y velocidad de reacción ante emergencias.
Palabras clave
Ciencias forenses, respuesta de emergencia, QBRN, laboratorio móvil
