El impacto de los terremotos en el Medievo
A lo largo de la historia, las catástrofes naturales han provocado la desaparición de numerosas comunidades y han afectado a las economías locales de forma drástica. El proyecto financiado con fondos europeos ARMEDEA(se abrirá en una nueva ventana) (Archaeology of the European Medieval Earthquakes, AD 1000-1550) puso sus miras en el impacto de los terremotos, los maremotos y los corrimientos de tierras sobre zonas urbanas europeas durante el Medievo. Recabando información procedente de diversas fuentes tales como edificios que han llegado hasta nuestros días, datos estratigráficos y paleoambientales, el proyecto evaluó el riesgo sísmico en la Baja Edad Media y analizó la fiabilidad de los datos históricos disponibles relacionados con este ámbito. Para ello, el equipo realizó diversos estudios de caso basados en técnicas de teledetección y trabajos de campo, además de preparar una evaluación y una comparación exhaustivas de estrategias frente a los riesgos seguidas por las poblaciones en dicho periodo. Los estudios de caso abarcaron zonas ubicadas en Austria, Chipre, Italia, Portugal y España. Sirviéndose de tecnologías SIG (sistema de información geográfica) para estudiar la distribución geográfica de los eventos sísmicos registrados, el proyecto descubrió que el centro y el norte de Italia —en especial Bolonia y Florencia— eran las regiones en las que quedó constancia de una mayor cantidad de casos. Este estudio también reveló que en Europa oriental y el Mediterráneo oriental se registraron menos seísmos de los que realmente se produjeron. El análisis efectuado ofrece información valiosa relativa a las repercusiones de terremotos de gran magnitud sobre las economías regionales y con respecto a la actitud general de las poblaciones. También pone de manifiesto el modo en que estos eventos influyeron en la elección de estrategias frente a los riesgos adoptadas por las sociedades de la Baja Edad Media. Los resultados de ARMEDEA, que se publicaron en documentos académicos y en una prestigiosa revista de arqueología, ponen de relieve la capacidad de adaptación de las poblaciones medievales a los fenómenos sísmicos y las catástrofes naturales asociadas, además de ayudar a describir sus efectos económicos a largo plazo. Más allá de propiciar una mayor comprensión sobre el auge y el declive de muchas comunidades europeas en su contexto histórico, la labor del proyecto podría ofrecer conocimientos valiosos para aumentar la resiliencia en el futuro.