Sostenibilidad en el procesamiento de productos lácteos
En Europa existe un interés creciente por incrementar la sostenibilidad tal y como se refleja en los objetivos de la estrategia de Europa 2020 en materia de economía. El sector de los productos lácteos es uno de los principales consumidores de energía y agua de la industria alimentaria de la UE. Sin embargo, dicho consumo no se distribuye de manera equitativa a lo largo de la cadena de producción: las fases de procesamiento de productos y alimentación del ganado son las que más energía y agua requieren. El proyecto financiado con fondos europeos ENTHALPY(se abrirá en una nueva ventana) (Enabling the drying process to save energy and water, realising process efficiency in the dairy chain) investigó cómo aumentar la sostenibilidad del procesamiento de productos lácteos. Su propósito consistía en crear fórmulas para propiciar el uso de sistemas de ciclo cerrado de energía y agua en las centrales lecheras. En las plantas de procesamiento de productos lácteos convencionales, la mayor parte de la energía se pierde a modo de calor en el aire de escape, en el secado de productos y en finos. El agua y otros recursos y productos se pierden en el aire de escape húmedo. No obstante, en las centrales convencionales no se puede tratar el aire de escape dado que los finos que contiene generarían incrustaciones en los equipos. De cara a abordar estas limitaciones, los científicos de ENTHALPY evaluaron nuevas tecnologías para su implantación en diferentes fases del procesamiento de productos lácteos, entre ellas tecnologías de calentamiento por radiofrecuencia, de energía termosolar, de atomización monodispersa, de modelización de máquinas de secado, de control de líneas de producción, de limpieza enzimática y de membranas. Las tecnologías se pusieron a prueba en dos instalaciones piloto para demostrar su funcionamiento a una escala industrial relevante. Combinando dichas tecnologías, los científicos consiguieron una reducción del 45 % en el consumo energético en comparación con los procesos convencionales. El consumo de agua durante las tareas de limpieza se redujo entre un 30 y un 50 %, dependiendo de los equipos limpiados. Los resultados derivados de la iniciativa también pusieron de manifiesto que el uso de estas nuevas tecnologías no perjudica la calidad de los alimentos. Esta reducción sustancial en el consumo energético podría suponer una contribución importante al objetivo de hacer que la cadena de productos lácteos resulte más sostenible. Además, estas tecnologías podrían tener aplicaciones fuera del sector de los productos lácteos y adaptarse para satisfacer las necesidades de otros sectores industriales, como pueda ser el farmacéutico.