Hayas y pinos: mejor juntos
El pino albar (Pinus sylvestris) es una conífera perenne que convive armoniosamente en los bosques de Europa con la haya común, un árbol de madera dura. Por norma, estas dos especies europeas tan importantes crecen mejor juntas que por separado; juntas, dan lugar a ecosistemas estables para otros seres vivos. No obstante, todavía se tiene un conocimiento rudimentario sobre la competencia y el frágil equilibrio que se dan entre los dos tipos de árbol y que dependen de factores como la concentración de CO2 y el cambio climático. Con ese trasfondo, el proyecto ECOPYREN3 (Integration of ecological processes in forest models to assess long-term effects of management and global change on forests in southwestern Europe), financiado con fondos europeos, se dedicó a investigar los factores medioambientales y a simular el crecimiento de estas especies arbóreas para ahondar en su conocimiento científico. Concretamente, el equipo responsable del proyecto documentó los ciclos de nutrientes y del agua en dos emplazamientos escogidos para la investigación y describieron los elementos que influyen en la competencia entre dichas especies. Además, mediante un estudio de los anillos de ejemplares de estos árboles, analizó en términos matemáticos las relaciones entre el clima y el crecimiento de los árboles y la eficiencia en el aprovechamiento del agua. Así, se elaboró un modelo informático de la particular convivencia entre pinos y hayas y del ecosistema correspondiente, con el fin de observar su crecimiento en distintas condiciones climáticas. Los científicos trabajaron en dos emplazamientos del norte de España: un bosque mediterráneo y un bosque de montaña. Empleando tecnología puntera, se obtuvo la mayor serie de datos históricos sobre la circulación de nutrientes en estos bosques mixtos, concretamente, durante quince años. Se mostró así cómo se puede mejorar el crecimiento de los árboles en esos bosques teniendo en cuenta factores geográficos, el agua y la sombra. Además, el equipo científico elaboró las proyecciones más precisas de la complementariedad de estas especies en las distintas condiciones climáticas que podrían darse en el futuro. Así se apreció, por ejemplo, que en las condiciones climáticas actuales las hayas pueden resultar beneficiadas por la presencia de otras especies, mientras que a los pinos no les afecta prácticamente la convivencia. Esas interacciones pueden cambiar en función del cambio climático, lo que subraya la importancia de entender los delicados mecanismos ambientales al objeto de proteger los ecosistemas. Los resultados del proyecto han hecho posible una investigación más avanzada sobre las interacciones ecológicas entre dos destacadas especies europeas que crecen juntas. Sus conclusiones animan a abogar por una gestión forestal adaptable en las regiones mediterráneas menos cálidas basada en la convivencia entre hayas y pinos. Por último, en el proyecto se creó una herramienta de gran utilidad para la toma de decisiones relativa a la gestión forestal, concretamente para evaluar las diversas consecuencias sobre la producción maderera y de biomasa y sobre el uso del agua.