El nuevo consejo consultivo de investigación sobre energía fotovoltaica desarrollará una visión estratégica en el campo de la energía solar
A resultas de una iniciativa de la Comisión Europea, los interlocutores más destacados en el campo de la energía solar tanto en el ámbito de la industria como de la investigación se han reunido para crear el Consejo consultivo europeo de investigación fotovoltaica (European Photovoltaics Research Advisory Council). En su primera reunión, celebrada el pasado 4 de diciembre en Bruselas, los 18 miembros del consejo comenzaron sus deliberaciones en relación a la creación de un plan estratégico de investigación para la tecnología fotovoltaica y la preparación de un informe de "previsiones" cuyo objetivo es el de marcar el camino de lo que deberá ser el desarrollo de la energía solar en Europa a largo plazo. El consejo, del que forman parte, entre otros miembros, el grupo Shell, Free Energy Europe, y la Fraunhofer Gesellschaft, contó para su creación con el apoyo de la Comisaria europea de Transportes y Energía Loyola de Palacio, y del Comisario de Investigación Philippe Busquin. Un portavoz del Sr. Busquin describió la primera reunión del consejo de investigación fotovoltaica como positiva, destacando la especial satisfacción de la industria con esta oportunidad de contrastar opiniones sobre el futuro de la tecnología y de hacer llegar a la Comisión sus puntos de vista. El consejo presentará a la Comisión su plan estratégico de investigación y su informe de previsiones aproximadamente a finales de 2004. Durante los últimos diez años se ha asignado una cifra aproximada a unos 200 millones de euros en fondos comunitarios para un total de unos 200 proyectos de investigación y desarrollo en el ámbito de la energía fotovoltaica. No obstante, este tipo de tecnología continúa estando infrautilizada en Europa, y en la actualidad se considera necesario un planteamiento más estratégico que responda a la actual situación. Tal y como declaró el Sr. Busquin con ocasión de la primera reunión del consejo, "Hasta ahora, la electricidad producida a partir de la tecnología fotovoltaica representa tan solo una muy pequeña parte del total de la electricidad producida en la Unión". "Esta proporción no mejorará a menos que se pongan en marcha medidas más ambiciosas. Es preciso que analicemos de qué manera podemos superar los obstáculos, ya sean técnicos, legales o socioeconómicos, para incrementar así la utilización de este tipo de sistema de energía sostenible. Si bien el sector de alergia fotovoltaica representa tan solo una pequeña parte de la producción energética europea, la UE sigue siendo el segundo productor de esta tecnología solar a nivel internacional, con más de un 24 por ciento de la producción total, por detrás de Japón (44 por ciento), y por delante de Estados Unidos (22 por ciento). Las actuales previsiones muestran un gran potencial para la producción de electricidad a través de la energía solar, con una tasa media de incremento en Europa de 30 por ciento al año a largo de la última década. La tecnología fotovoltaica, que en un principio se desarrolló para ser utilizada en aplicaciones espaciales durante los años 60, es una energía limpia y fácil de mantener, que puede además instalarse prácticamente en cualquier sitio y adaptarse fácilmente a las necesidades del consumidor. La electricidad producida puede ser utilizada ya sea directamente, o mediante su integración en las redes eléctricas ya existentes. Si bien esta flexibilidad constituye su mayor ventaja, la tecnología fotovoltaica sigue resultando todavía cara si se la compara a otras formas de generación de electricidad. Se están reduciendo mucho los costes, pero este proceso necesita un mayor apoyo a través de un mayor esfuerzo en investigación y desarrollo, tal y como señala el libro blanco de la Comisión sobre promoción de energías renovables. Dicho documento establece asimismo como objetivo el incremento de la capacidad de producción de energía fotovoltaica en la UE hasta los 3GW para el año 2010. Aparte de las obstáculos a nivel técnico, es necesario superar asimismo otra serie de obstáculos de índole político y social para el progreso de energía fotovoltaica. La Comisión destaca como elementos a tener en cuenta la importancia de la investigación socioeconómica para conseguir una mayor sensibilización y aceptación por parte del público, la existencia de programas de formación para instaladores, y la armonización de las normas y códigos a nivel europeo.