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La OCDE cree que los gobiernos deberían utilizar el espacio para abordar con más eficacia las necesidades de la sociedad

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha publicado un informe en el que se aconseja a los gobiernos que utilicen la tecnología espacial para abordar las necesidades civiles de forma más inteligente. Según el informe, la tecnología espacial pue...

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha publicado un informe en el que se aconseja a los gobiernos que utilicen la tecnología espacial para abordar las necesidades civiles de forma más inteligente. Según el informe, la tecnología espacial puede ser utilizada concretamente para abordar cinco de los principales retos: los problemas medioambientales, incluidos los desastres naturales; el uso de los recursos naturales; la creciente movilidad de bienes y personas; los crecientes temores relativos a la seguridad; y el desarrollo de la sociedad de la información. Y, para conseguir el máximo de este potencial tecnológico, se recomienda que los gobiernos desarrollen ampliamente los siguientes tres puntos: aplicar una infraestructura espacial sostenible; fomentar la utilización de ésta por parte del sector público y la participación del sector privado. Según la OCDE, el informe es peculiar por dos razones: está escrito desde el punto de vista de la sociedad y se orienta más a los gobiernos que a la industria; y se pone del lado de la demanda de tecnología espacial, en vez de del lado de la oferta. Según la OCDE, "la mayoría de los estudios realizados anteriormente sobre el sector espacial se habían centrado en la oferta: avances tecnológicos y nuevas capacidades por desarrollar. A menudo afirman, equivocadamente, que el desarrollo lleva finalmente a este tipo de avances. La publicación [Space 2030: Tackling Society's Challenges] explora en cambio, cómo los gobiernos pueden obtener el máximo de las futuras inversiones en tecnología espacial pública y privada". Pero, para que los gobiernos puedan cosechar beneficios del espacio deben cumplirse una serie de condiciones. Principalmente, se deben abordar las barreras como podrían ser los acuerdos institucionales y las legislaciones. Según el informe, el sector espacial incluye generalmente a tres grupos de actores: las agencias espaciales, los operadores públicos y privados de aplicaciones espaciales, y el segmento ascendente de la industria (fabricantes de naves espaciales y lanzaderas, y proveedores de servicios relativos al lanzamiento). Los países deben especificar el papel de cada uno, y definir asimismo las relaciones entre los actores. Algunos países podrían adoptar diferentes soluciones según sus prioridades y, en algunos casos, esto podría alterar la competencia a nivel internacional. En cuanto al marco legal relativo a la tecnología espacial, el informe señala que todavía hay una serie de países que no cuentan con legislaciones nacionales en materia del espacio, y esto es causa de "incertidumbre entre los actores espaciales, sobre todo, en el sector privado". También, y debido a que la legislación internacional sobre el espacio es competencia del derecho internacional, no es un marco idóneo para llevar a cabo transacciones empresariales, y las leyes nacionales existentes no siempre están orientadas a la empresa, ya que a menudo se desarrollan teniendo en cuenta aspectos estratégicos y de seguridad, y no las oportunidades de negocio. Para la OCDE, el marco reglamentario "debería idealmente proporcionar unas normas básicas del juego" que garanticen un entorno estable y predecible para las empresas, estimulen la innovación y fomenten el espíritu empresarial. "Pero esto queda lejos de la realidad", y cita el procedimiento de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) para adjudicar frecuencias y espacios orbitales, el cual "plantea una serie de cuestiones y es foco de incertidumbre". Los escombros espaciales es otra de las áreas que no se aborda de forma adecuada, mientras que otros muchos aspectos sobre normalización siguen en el aire. La OCDE llevó a cabo una serie de estudios antes de elaborar este informe por lo que confía en la exactitud de su advertencia de que "no se logrará todo el potencial del espacio sin una actuación decisiva de los gobiernos para mejorar las condiciones marco que regulan las actividades espaciales". Otro problema señalado por la OCDE es la falta de sensibilización acerca de las actividades espaciales. Las apreciaciones a nivel general están distorsionadas debido a que los medios de comunicación se fijan exclusivamente en los éxitos y fracasos de tipo sensacionalista. Como resultado, los ciudadanos tienen una escasa comprensión acerca del valor de los servicios espaciales en sus vidas diarias y por lo tanto no apoyan totalmente la inversión adicional destinada a esta tecnología. Las perspectivas para el segmento descendente del sector, el relativo a las aplicaciones espaciales, son mucho más alentadoras que las del sector ascendente, en las que se figuran la fabricación de activos espaciales y los servicios de operaciones de lanzamiento. El segmento ascendente adolece de "una sobreoferta crónica", debido, en gran parte, al deseo de los gobiernos de las naciones que participan en las actividades espaciales de establecer y mantener el acceso independiente al espacio por motivos estratégicos y de soberanía nacional. Aunque el futuro se presenta brillante para ciertas aplicaciones, no deberían pretenderse todas con la misma intensidad, según la OCDE. El informe destaca las aplicaciones de información intensiva, como las telecomunicaciones basadas en los satélites, la observación terrestre y la navegación, por tener un enorme potencial, aunque siembra la duda en torno a las previsiones sobre las aplicaciones relativas al transporte y la fabricación, a causa de una disminución de los costes relativos al acceso al espacio. El informe aconseja a los gobiernos que amplíen sus miras a fin de averiguar qué áreas políticas son relevantes para el espacio. Las políticas de investigación, económicas, sociales y medioambientales, todas tienen una repercusión sobre las actividades espaciales, y los responsables políticos deberían ser conscientes de ello. El propósito que llevó a la OCDE a elaborar el informe fue proporcionar recomendaciones para las acciones a corto y medio plazo, al tiempo que ofrece un planteamiento desde un punto de vista político del espacio a largo plazo.