Europa y Asia desbancan a EEUU de su liderazgo en ciencia e ingeniería
Los cincuenta años de dominio de EEUU en el campo de la ciencia y la ingeniería podrían haber llegado a su fin, al haberse estancado el número de licenciados en estas especialidades, todo lo contrario de lo que ocurre en las universidades europeas y asiáticas, que han disparado sus cifras. Richard Freeman, del National Bureau of Economic Research en Washington, publica un informe que pone de manifiesto que los cambios del mercado laboral mundial para estos profesionales están acabando con el predominio de EEUU, reduciendo la ventaja comparativa en producción de alta tecnología de EEUU y ocasionando problemas a la industria americana y sus trabajadores, en beneficio de la UE y las economías emergentes de Asia. EEUU ha sido, desde la Segunda Guerra Mundial, líder mundial en ciencia y tecnología. Con sólo el 5 por ciento del total de la población mundial, emplea a casi un tercio de los investigadores científicos e ingenieros, y genera un gasto del 40 por ciento en investigación y desarrollo, además de acaparar el 35 por ciento de las publicaciones científicas sobre ciencia e ingeniería. EEUU es la principal economía capitalista porque aplica los nuevos conocimientos en más sectores que ningún otro país. Pero los cimientos de este liderazgo podrían estar debilitándose, advierte Freeman. El número desproporcionado de científicos e ingenieros de EEUU en la última mitad del siglo XX, en comparación con el resto del mundo, se debe a razones históricas. Para Freeman, antes de la Segunda Guerra Mundial, Europa lideraba en este campo, pero el exilio de científicos europeos, huyendo de los Nazis, sumado a la lenta recuperación en la posguerra de los sectores de la enseñanza superior y la ciencia y la rápida expansión de las enseñanzas académicas en EEUU, en las décadas de los 50 y 60, invirtieron este liderazgo. Las estadísticas de la UNESCO demuestran que el predominio de este país en los años 70 fue de tal calibre que se registró un índice de matriculación de aproximadamente el 30 por ciento del total de estudiantes de grado superior del mundo, mientras que en 2000, sólo representó el 14 por ciento. A partir de los años 70, el resto del mundo comenzó a equipararse a los índices de enseñanza superior de EEUU, concretamente en las especialidades de ciencia e ingeniería. El número de estudiantes que van a la universidad aumenta rápidamente en el resto de los países de la OCDE, al igual que en muchos países en desarrollo, principalmente, en China. Varios países europeos (Países Bajos, Noruega, Finlandia, Reino Unido y Francia) han sobrepasado el índice de matriculación de facultades y escuelas universitarias de EEUU, entre los estudiantes de 20 a 24 años y, respecto al número de titulaciones obtenidas a los 24 años. El estudio revela que, en cuanto a los doctorados, fundamentales para el avance de la investigación científica, los datos son incluso más sorprendentes. En 2001, las universidades de la Unión Europea otorgaron un 40 por ciento más de títulos de doctor en ciencias y tecnología que EEUU, y se espera que esta cifra se aproxime al cien por cien en 2010. La oferta del mercado laboral americano para los licenciados en ciencias y tecnología se ha visto debilitada en todos los niveles, y la pérdida de oportunidades y los salarios comparativos para los científicos e ingenieros no anima a los estudiantes originarios de EEUU a seguir estas carreras. Los efectos de esta tendencia ya están comenzando a sentirse en la UE, y la ganancia en celebridades que ostentaba EEUU durante la década de los 50 podría llegar a su fin. Según el reciente estudio de Sigma Xi, los doctores europeos tienen ahora razones para quedarse en casa, ya que los que se desplazan a EEUU trabajan más horas y tienen que realizar más publicaciones que sus homólogos norteamericanos, aunque están peor pagados. Los esfuerzos de Europa se dirigen ahora a atraer y mantener entre sus filas a los mejores investigadores, con iniciativas que sólo pueden precipitar este cambio, como la carta europea para los investigadores y el plan de acción con el que se pretende aminorar las trabas a los investigadores de categoría mundial y sus familias que quieran venir a la UE o ya estén aquí. El descenso de la ventaja comparativa en el campo de la alta tecnología necesitará de un largo periodo de adecuación para los profesionales de EEUU, como presagian la deslocalización hacia India de trabajos en el ámbito de la tecnología de la información, el crecimiento de la producción de alta tecnología en China, y la aparición de multinacionales dedicadas a I+D en los países en desarrollo. Para facilitar la adaptación a una posición menos dominante, EEUU tendrá que elaborar, a partir de las fortalezas existentes, nuevas políticas de I+D para el mercado laboral, e inventar nuevas formas que le permitan beneficiarse de los avances científicos y tecnológicos de otros países, concluye Freeman.