La Autoridad de fecundación humana y embriología del Reino Unido autoriza una investigación pionera sobre la mitocondria
Científicos de Newcastle, en Reino Unido, han sido autorizados para llevar a cabo investigaciones para prevenir la transmisión de enfermedades en el ADN mitocondrial, un trastorno hereditario serio y preocupante que se transmite de madres a hijos y, en algunos pacientes, ocasionan una serie de enfermedades que afectan al cerebro, los músculos, el corazón y otros órganos. Estas enfermedades surgen en el ADN fuera del núcleo, y por lo tanto se heredan independientemente del ADN del núcleo. Aunque la decisión supone la primera esperanza realista para el tratamiento eficaz de toda una clase de enfermedades genéticas serias, la noticia ha sido recibida con preocupación por los grupos pro vida que temen se abra una puerta legal que conduzca al diseño de niños. Los científicos recalcan que esta investigación es sólo el primero de los pasos de un proceso muy dificultoso. La seguridad de la técnica propuesta se ha probado en embriones de animal, pero se tiene que determinar si se puede aplicar de forma segura en óvulos humanos. En las investigaciones del proyecto se utilizarán los óvulos fecundados que presenten anomalías procedentes de parejas que han consentido someterse a un tratamiento de FIV. La autorización concedida por la Autoridad de fecundación humana y embriología del Reino Unido, HFEA, permite al grupo de investigación de la escuela médica de la universidad de Newcastle y el centro de fertilidad ubicado en el centro para la vida de Newcastle, trabajar en el desarrollo de una técnica que sustituya la mitocondria defectuosa por una normal en el óvulo unicelular. El equipo de investigación de dicha universidad tiene previsto transferir los componentes del núcleo de un embrión humano de un hombre y una mujer en un óvulo sin fecundar de otra mujer, evitando de esta forma que la madre transmita ciertas enfermedades genéticas al feto que aún no ha nacido. La comisión de la HFEA que autoriza las investigaciones rechazó en un principio esta aplicación. Sin embargo, después de escuchar una serie de pruebas genéticas que avalan la investigación propuesta, el proceso científico que conlleva la investigación y cómo debe interpretarse la Ley HFE, la comisión de apelación se convenció de que las actividades de investigación eran "necesarias y deseables" y que era imprescindible el uso de embriones para la investigación, resolviendo que debería autorizarse esta investigación. Las mitocondrias son pequeñas estructuras complejas, que existen en cada célula del organismo, excepto en los glóbulos rojos, y actúan como fábricas de energía celular, produciendo toda la energía que requieren nuestras células. A diferencia de otro ADN, la mitocondria se tramite a los hijos sólo a través de la madre. Si el ADN está defectuoso, aparece una enfermedad mitocondrial. Actualmente, no existe tratamiento para las enfermedades mitocondriales. Los estudios en ratones demuestran que es posible evitar la transmisión de esta enfermedad trasladando el pronúcleo, el material genético que forma los núcleos, de un óvulo fecundado que contenga una mitocondria defectuosa y luego colocándolo en otro óvulo fecundado con mitocondria sana. La investigación británica, financiada a través de la campaña de distrofia muscular, tiene ahora previsto hacer lo mismo en humanos y comprobar que el transplante del pronúcleo funciona y es seguro. El óvulo resultante nunca podrá dar origen a un niño. El doctor John Burn, director médico del instituto de genética humana en el centro para la vida de Newcastle, explicó en las noticias televisivas de la cadena BBC que la mitocondria son las "baterías" que dan energía a las células en el organismo humano. Por lo tanto, la nueva técnica será como cambiar la batería de un ordenador sin que afecte al disco duro. Ya está en marcha en el Reino Unido una consulta pública sobre la tecnología y las técnicas utilizadas para asistir a la reproducción humana. El asesor legal del equipo de Newcastle en la sesión de apelación, James Lawford Davies, declaró que "este es un buen ejemplo de por qué es necesario que el Gobierno revise la ley en este campo. Para obtener la autorización han tenido que pasar 18 meses y celebrar tres sesiones, principalmente porque la Ley de 1990 es muy ambigua en las investigaciones de este tipo".
Países
Reino Unido