La Comisión pone en marcha una estación de vigilancia de la contaminación atmosférica en alta mar
La Comisión Europea, en colaboración con una naviera italiana, va a poner en marcha una estación innovadora de vigilancia de la contaminación atmosférica en alta mar con el fin de comprender mejor los efectos que la contaminación provocada por el hombre tiene en el cambio climático en la zona del Mediterráneo. Los expertos del Centro Común de Investigación de la Comisión instalaron una estación de vigilancia en el barco "Costa Fortuna", propiedad de la compañía de cruceros italiana Costa Crociere, que intentará paliar la escasez de de mediciones en alta mar existente hasta ahora recogiendo valiosos datos durante la travesía regular que realiza en la cuenca occidental mediterránea en primavera, verano y otoño. El Comisario europeo de Ciencia e Investigación, Janez Potocnik, acogió con satisfacción la iniciativa y explicó que "esta asociación constituye un buen ejemplo de cooperación de los sectores público y privado en la adquisición de datos importantes para la comprensión del cambio climático". Mientras el clima seco del Mediterráneo atrae a millones de turistas cada año, la falta de precipitaciones está afectando seriamente a la agricultura, a los ecosistemas y a los acuíferos de la región. Los cálculos realizados indican que los gases de efecto invernadero producidos por el hombre reducirán todavía más las precipitaciones en la zona lo que aumentará los periodos de sequía. Además de generar gases de efecto invernadero de larga duración, como el dióxido de carbono, las actividades humanas también producen contaminantes de corta duración como el ozono en las capas inferiores de la atmósfera y las partículas que absorben la luz también conocidas como negro de carbono. El origen de este tipo de contaminación en la cuenca Mediterránea está en los centros urbanos situados a lo largo de la costa, el trasporte de larga distancia y la circulación marítima. Se estima que el calentamiento de las capas inferiores de la atmósfera, provocado por una mayor absorción de la luz a causa de la contaminación atmosférica, reduce la formación de nubes e intensifica la sequía. Investigaciones precedentes indican que el impacto de los aerosoles en las radiaciones en la cuenca mediterránea es la más alta del mundo, lo que hace que sea el lugar ideal para estudiar el cambio climático. Los investigadores necesitan urgentemente los datos proporcionados por la estación de vigilancia del Costa Fortuna para verificar sus modelos informáticos con las observaciones reales. La Comisión estima que los resultados permitirán a la UE y a sus Estados miembros mejorar sus políticas sobre cambio climático y contaminación atmosférica.