La Comisión propone una nueva política integral para las PYME
La Comisión Europea ha presentado propuestas sobre una nueva política integral para las pequeñas y medianas empresas (PYME), que racionalice los instrumentos de la UE para las pequeñas empresas y cree una auténtica asociación en este ámbito entre los Estados miembros y la UE. Las PYME son empresas de menos de 250 trabajadores, en Europa suponen el 99 por ciento del total de todas ellas y generan 75 millones de puestos de trabajo, lo que las hace parte fundamental de la economía europea. Al propiciar a las PYME un marco político coherente la Comisión espera incentivar sus contribuciones a la asociación de Lisboa para el Crecimiento y el Empleo. El Vicepresidente de la Comisión de Empresa e Industria, Günter Verheugen, lo confirma al declarar que "las pequeñas y medianas empresas desempeñan un papel clave para conseguir más crecimiento y empleo en la Unión Europea. Debemos ayudarles creando las condiciones adecuadas para que prosperen y promoviendo una cultura que haga que más personas inicien sus propias empresas". El nuevo marco político estructura acciones en torno a cinco temas diferentes: la promoción del espíritu empresarial y las capacidades técnicas, la mejora del acceso al mercado para las PYME, la reducción de la burocracia, el avance del potencial de crecimiento de las PYME, y el fortalecimiento del diálogo y las consultas con interlocutores de las PYME. Las acciones se auspiciarán a través de programas comunitarios destinados a la empresa, como el Programa plurianual en favor de la empresa y el espíritu empresarial y el nuevo Programa marco para la Competitividad y la Innovación. Al igual que pasa con los programas de la UE, la Comunicación señala, sin embargo, que las PYME a menudo buscan primero el apoyo en iniciativas locales o regionales, y por lo tanto se deben utilizar otras formas de financiación también, como la destinada a la cohesión. De hecho, los Fondos Estructurales aportaron entre 2000 y 2006 cerca de 21.000 millones de euros a las PYME, y las actuales orientaciones estratégicas sobre política de cohesión se dirigen a fortalecer este compromiso. En cuanto a las acciones propiamente dichas, dentro del apartado "mejora del potencial de crecimiento de las PYME", el objetivo manifestado por la Comisión es "abordar las brechas persistentes y claramente identificadas del mercado que limitan el acceso de las PYME a la financiación, la investigación, la innovación y las tecnologías de la información y las comunicaciones". Se logrará aumentando el apoyo económico a las PYME a través del Programa marco para la Competitividad y la Innovación, favoreciendo más a las pequeñas empresas en el ámbito de los derechos de propiedad intelectual, y simplificando las normas y procedimientos para fomentar la participación de las PYME en los programas marco de investigación de la UE. Para promover el espíritu empresarial y las capacidades técnicas, el nuevo marco político prevé iniciativas diseñadas para abordar los efectos negativos del fracaso empresarial, la promoción del aprendizaje continuo para las personas que trabajan en las PYME, y abordar áreas donde las necesidades de los empresarios, especialmente de las mujeres, de los trabajadores más jóvenes, los de edad más avanzada, o los pertenecientes a minorías étnicas, no se plantean de forma suficiente. Según la Comisión, la nueva Comunicación instaura una política de la UE más pragmática, exhaustiva e inclusiva para las PYME, que cambiará la forma en que las pequeñas empresas y empresarios son considerados en la elaboración de políticas a nivel nacional y de la UE. Como concluye la misma Comunicación, su aplicación, sin embargo, exigirá del compromiso de todos los actores relevantes públicos y privados a nivel regional, nacional y europeo.