Un estudio financiado por la UE traza la evolución en la movilidad de pacientes
A través del proyecto de investigación financiado por la UE Europe for Patients - e4p se ha publicado un estudio sobre la movilidad de pacientes en Europa basado en pruebas que pone de manifiesto la falta de prácticas comunes. La publicación, titulada "Patient Mobility in the European Union: Learning from Experience", aporta una de las primeras tandas de resultados que se han obtenido a través de la línea de investigación orientada a la política en el ámbito de la salud del VI Programa Marco. Lanzado en 2004, el proyecto e4p reúne a un equipo multidisciplinar de Bélgica, Estonia, Irlanda, Italia, Eslovenia, España y Reino Unido con el objetivo de analizar la actual idiosincrasia de la movilidad de pacientes a lo largo de las fronteras nacionales de la UE a partir de una serie de perspectivas, concretamente de ámbito legal, de política sanitaria, de investigación de los servicios sanitarios y de gestión de la sanidad. El proyecto es una de las primeras iniciativas que respalda la actividad Apoyo científico a las Políticas - SSP del VIPM. El impulso de una iniciativa así, afirman los socios del consorcio, surge de la necesidad de dar respaldo científico. Los responsables políticos de la UE necesitan también una base de pruebas para poder adoptar medidas concertadas y coordinadas que permitan a pacientes y ciudadanos europeos beneficiarse de la optimización de la movilidad en Europa. La publicación basada en el proyecto comprende una serie de estudios de casos que describen el alcance de la movilidad de pacientes en los países estudiados, la escala y naturaleza de la movilidad, las razones de que se produzca, los factores que bien facilitan o la impiden, y el impacto potencial sobre los sistemas pertinentes de atención sanitaria. El estudio revela que hay una amplia variedad de formas de organizar, gestionar y financiar la atención transfronteriza. En las regiones turísticas, por ejemplo, es habitual encontrar a pacientes que recurren al uso de las solicitudes E111 y E121 y, más recientemente, de la nueva tarjeta europea de seguridad sanitaria. Sin embargo, es aparente que estos procedimientos no funcionan en realidad ni para los pacientes ni para los prestadores de atención sanitaria de forma tan eficiente a como debieran. El estudio pone de manifiesto casos donde los prestadores de atención sanitaria no aceptan las solicitudes y reclaman a los pacientes que paguen de sus bolsillos el servicio prestado. El estudio del caso de Alemania reveló que esto es lo que pasa a menudo con los turistas alemanes, por ejemplo, en los Países Bajos. Los prestadores de atención sanitaria españoles no obtienen beneficio alguno tangible por completar los trámites burocráticos que conlleva el formulario E111, ya que los reembolsos procedentes del extranjero se mantienen a nivel nacional. Como consecuencia, a veces piden a los pacientes que paguen el servicio de su bolsillo y lo reclamen después a sus aseguradoras de viaje. No obstante, algunas organizaciones de financiación, como los Fondos alemanes de Seguridad Sanitaria, han comenzado a concluir acuerdos con los prestadores de regiones turísticas del extranjero, por ejemplo, con los médicos alemanes que residen en Mallorca. Según los autores del estudio esto tiene particular importancia, porque sienta un precedente por el cual las empresas aseguradoras contratan directamente a los médicos en ejercicio sin que el colegio alemán de médicos desempeñe un papel intermediario. Potencialmente esto podría acarrear implicaciones en los mecanismos de administración vigentes en Alemania y no sería la primera vez que los acuerdos fijados para facilitar la atención transfronteriza han provocado cambios en las políticas nacionales. Aunque son encomiables los acuerdos de cooperación bilateral, el estudio argumenta que para una gestión optimizada de la movilidad de pacientes en la UE, los Estados miembros deben desarrollar un conjunto de principios compartidos, como pueden ser mejorar el entendimiento de las fuerzas del mercado, fomentar la confianza de los pacientes y hacerles partícipes en la planificación de los servicios sanitarios. "Este informe que recoge las experiencias prácticas surge en un momento interesante del debate político en torno a la atención sanitaria y el papel de la Unión Europea, particularmente a la luz de la Agenda de Lisboa y del debate sobre las implicaciones sociales del mercado interior de la UE", escribe en el prefacio del estudio Octavi Quintana, Director de la Dirección de Salud de la Dirección General de Investigación de la Comisión Europea. La Comisión propone con vistas al futuro que a través del VII Programa Marco (VIIPM) se incluya una investigación más extensiva sobre la optimización de la entrega de atención sanitaria a los ciudadanos europeos, centrada en aspectos prácticos y de ejecución, como: poner en práctica los resultados clínicos, la calidad, la eficacia y la solidaridad de los sistemas sanitarios, el fomento de la salud y la prevención de las enfermedades, las medicinas basadas en pruebas y un uso mejor y más adecuado de las nuevas tecnologías y terapias sanitarias.
Países
Bélgica, Estonia, Irlanda, Italia, Eslovenia, Reino Unido