El comercio de pescado vivo amenaza a los arrecifes de coral
Los científicos marinos más destacados piden acción urgente por parte de los gobiernos para controlar el comercio de pescado vivo de arrecifes. Declaran que dicho comercio supone ahora una amenaza importante para los arrecifes de coral de todo el mundo. Los arrecifes de coral están haciendo frente a fuertes presiones, en las que se incluyen la contaminación, la pesca excesiva y la decoloración del coral debida a las calurosas temperaturas del mar. Según un informe de 2004 sobre el estado de los arrecifes de coral del mundo, el 20 por ciento ha sido destruido por actividades humanas y el 50 por ciento se encuentra en riesgo de colapso. Desde los años setenta, el comercio de pescado vivo de arrecifes ha aumentado considerablemente y ahora representa una seria amenaza para los arrecifes de coral del mundo. Para algunas personas escoger un pescado vivo de una pecera es el punto culminante de una visita a un restaurante de marisco de lujo. Sin embargo, gran parte del pescado que se oferta está en peligro de extinción, y su eliminación a gran escala de la cadena alimentaria de los arrecifes tiene inevitables consecuencias sobre éstos. En particular, la estrella de mar llamada corona de espinas, que se alimenta del coral, se suele desarrollar con fuerza en este tipo de situaciones. En una carta publicada en el ejemplar actual de la revista Science, los científicos hacen un llamamiento a los gobiernos y autoridades de todos los niveles para que impongan normas más estrictas en relación con la explotación de los recursos de los arrecifes coralinos. "Debido a la alta demanda internacional de pescado vivo, bandidos errantes agotan las existencias de los arrecifes de coral antes de que las instituciones locales tengan tiempo de aplicar leyes que regulen la pesca furtiva", destacan los científicos. Alegan que es necesaria una acción urgente para establecer instituciones capaces de aprender de experiencias con bandidos errantes y de responder rápidamente a los cambios exigidos por los mercados globales. Los científicos señalan también que el argumento más sólido para regular el comercio de pescado de arrecifes es la injusticia social producida por la explotación excesiva de los recursos de los arrecifes. "Una vez destruidos y olvidados estos recursos, la población local paga el precio de la reducción de opciones para el desarrollo futuro", advierten los científicos.