El Libro Verde sobre tecnologías de detección propone una mayor colaboración entre los sectores público y privado
La Comisión Europea ha iniciado una consulta pública en relación al recientemente aprobado Libro Verde sobre las tecnologías de detección para las autoridades policiales. El Libro Verde propone una estrategia común de investigación, desarrollo y normalización de los sistemas de detección en toda la UE para los sectores público y privado. Las tecnologías de detección, cada vez más presentes en el trabajo diario de las autoridades encargadas de la seguridad en su lucha contra el terrorismo y otras formas de delincuencia, se utilizan frecuentemente por ejemplo para proteger a los pasajeros que suben a un avión, a los aficionados que disfrutan de su acontecimiento deportivo favorito, o para la detección de sustancias peligrosas en el agua, los alimentos, o el aire que respiramos. Los responsables de nuestra seguridad utilizan además estas tecnologías para proteger nuestras fronteras y comprobar los productos que entran en la Unión Europea. Por otra parte, las tecnologías de detección se utilizan además en la protección de la propiedad privada y de las principales infraestructuras. Para el Vicepresidente de la Comisión Europea, Franco Frattini, responsable de Justicia, Libertad y Seguridad, el actual clima geopolítico hace que estos sistemas resulten ahora más necesarios que nunca. "Los hechos recientemente acaecidos en el Reino Unido han evidenciado aún más la necesidad de mejorar constantemente los dispositivos de detección en respuesta a la constante evolución de las amenazas delictivas y terroristas para poder garantizar al público la seguridad en sus desplazamientos. Las modernas tecnologías de detección juegan así pues un papel importante en la lucha contra el terrorismo y la delincuencia", señaló. Los Estados Miembros, la industria y las demás partes interesadas han realizado grandes progresos en el desarrollo de este tipo de sistemas de detección. La Comisión, por su parte, ha desarrollado una importante labor para asegurar el establecimiento de normas comunes en la materia. En 2002 y 2003 se aprobaron dos reglamentos de la UE en los que se especificaban detalladamente los requisitos de funcionamiento de los equipos de control utilizados en la seguridad aérea. En este mismo ámbito se han establecido asimismo diversas normas y protocolos de pruebas en estrecha colaboración con la Conferencia Europea de Aviación Civil en la que participan expertos de las respectivas autoridades de los Estados Miembros de la UE así como de otros países. Además, la Comisión mantiene un contacto regular con la industria y otros estamentos interesados. No obstante, el Libro Verde sugiere que existe todavía margen para mejorar y recomienda una mayor interacción entre los sectores público y privado que permita garantizar una estrategia común de normalización, investigación, certificación e interoperabilidad de los sistemas de detección. Asimismo es necesario profundizar aún más en las medidas que nos permitan transformar los resultados de la investigación en herramientas adecuadas. Como señala el Libro Verde, "Es preciso establecer un círculo virtuoso en el que los esfuerzos y el gasto en investigación del sector privado estén guiados por un sector público que sabe realmente qué es lo que quiere y qué es lo que el sector privado puede ofrecerle. Ello contribuiría a desarrollar un mercado avanzado de productos de detección y de soluciones de seguridad, lo que por su parte debería traducirse en una mayor disponibilidad de productos y servicios a un menor coste". El documento propone a continuación la creación de un organismo provisional que sirva como foro en que los expertos del sector público y privado puedan intercambiar opiniones sobre las cuestiones suscitadas en el mismo u otras que las demás partes interesadas pudieran plantear durante el proceso de consulta pública. El Libro Verde será asimismo objeto de debate durante la próxima conferencia "Cómo mejorar la seguridad de los explosivos -(Enhancing the security of explosives)", que tendrá lugar en Bruselas los días 9 y 10 de octubre. La conferencia reunirá a representantes de los sectores público y privado para debatir entre otras cuestiones las relacionadas con los componentes de los explosivos, incluidos los componentes líquidos, y su detección, localización, transporte y almacenamiento. Está prevista la elaboración de un plan de acción a partir de las respuestas a las cuestiones planteadas en el documento y de posteriores consultas, si ello fuera necesario.