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Los países nórdicos deben emular la política de I+D de la UE para seguir siendo competitivos, según un informe

La globalización, los avances tecnológicos y la creciente competencia de las economías emergentes presionan a todos los países europeos para que produzcan más conocimientos, los traduzcan en innovación y aumenten en general su competitividad. Estas nuevas circunstancias no s...

La globalización, los avances tecnológicos y la creciente competencia de las economías emergentes presionan a todos los países europeos para que produzcan más conocimientos, los traduzcan en innovación y aumenten en general su competitividad. Estas nuevas circunstancias no sólo generan ansiedad en los actores más débiles de Europa, que luchan por competir con sus vecinos, sino también en las naciones más competitivas del continente. Los países nórdicos, situados a la cabeza de casi todas las clasificaciones de investigación, desarrollo (I+D) e innovación no son inmunes a estos desafíos y analizan, como consecuencia, qué es lo que pueden hacer para garantizar su permanencia en los primeros puestos. «Los países nórdicos son por lo general fuertes inversores en investigación, si se compara con el tamaño de su población, pero son tan pequeños en términos globales que necesitan constantemente garantizar que su eficacia contrarresta su tamaño», declara un nuevo informe comisionado por el Consejo nórdico de Ministros «Generar una fortaleza nórdica mediante una apertura mayor de financiación en I+D». El informe, que se centra más en la cooperación a nivel nórdico como una solución para mantener la competitividad, plantea las siguientes cuestiones: «¿Qué pasaría si abriéramos las fronteras interiores de los países nórdicos para financiar la investigación?» y, «¿si no lo hacemos?». El informe concluye que los países deberían abrir sus programas de financiación y continúa realizando propuestas sobre cómo se podría lograr esta apertura, comenzando con el fortalecimiento de las potenciales instituciones de coordinación. El informe sugiere que la UE se encuentra por delante de los países nórdicos a la hora de afrontar los nuevos retos mundiales y elogia la forma en que la UE se «ha fijado objetivos ambiciosos, ha vuelto a diseñar la forma de hacer política, ha definido de nuevo su papel en relación con la elaboración de políticas de investigación e innovación a nivel de los Estados miembros y ha reestructurado sus instrumentos de financiación». Los países nórdicos, por el contrario, han respondido de forma pasiva, según el informe. «Los cálculos apuntan a que los países individuales cuentan menos que antes; ello cobra especial relevancia para los pequeños países como los nórdicos y la creación y el acceso a la masa crítica en investigación en muchos campos será en muchas situaciones una condición previa esencial para desempeñar un papel internacional significativo», señala el documento. La solución, según el informe, sería una «política de investigación e innovación conjunta», a semejanza de la observada por los autores en la UE. Se podrían emular las ERA-NET y las Plataformas Tecnológicas, al igual que la actitud de la UE hacia la distribución de recursos. Los autores afirman que, habiendo reconocido la importancia de trabajar juntos, los Estados miembros están dejando de insistir en el «juste retour» dentro de los programas de financiación. Los autores afirman que: «En la cooperación de la UE se aplicará con más frecuencia el "principio de Matthew" (por el que los ricos son cada vez más ricos y los pobres pierden lo poco que tienen). Las naciones nórdicas ignoran este cambio por su cuenta y riesgo». El espacio nórdico de investigación e innovación (NORIA) podría fortalecerse mediante una apertura mutua y selectiva de los programas nacionales de I+D, recomienda el informe. «En principio, las naciones nórdicas pueden decidir abrir sus programas de financiación de I+D a las restantes naciones simplemente aceptando las solicitudes de financiación procedentes de todos los países nórdicos, pero nadie contempla esto como una opción seria», continua. En lugar de ello, se presentan tres opciones «más realistas»: - la unión requiere de análisis y planificación entre los financiadores y otros interesados de la región; - convocatorias de propuestas paralelas pero independientes; - convocatorias de propuestas conjuntas financiadas desde un «fondo común virtual», para que subvencionen solamente a los ciudadanos de su país y que podrían eventualmente convertirse en fondos comunes verdaderos sin «juste retour». Retomando el ejemplo de las ERA-NET de la UE, el informe señala que aunque los países nórdicos tienen de hecho diferentes legislaciones, prácticas administrativas y fechas de convocatorias, estos obstáculos podrían superarse. «Generar experiencia y prácticas para abordar estas cuestiones aportará una ventaja para la región nórdica en comparación con otras cooperaciones intracomunitarias, donde la geografía es más ad hoc y las asociaciones difieren en cada caso». Otro obstáculo adicional, que debe resolverse antes de que los interlocutores puedan comenzar a trabajar sobre los aspectos prácticos de una cooperación más estrecha, lo constituyen los pilares institucionales de la región nórdica. NordForsk y NICe son las instituciones actualmente responsables de la aplicación de las políticas de investigación e innovación en la región. Sin embargo, las dos instituciones están ubicadas en diferentes ministerios, sus relaciones con las bases a nivel nacional son limitadas, y «los vínculos entre ellas parecen que se reducen en gran medida a compartir un espacio de trabajo», según el informe. Como resultado, se carece de una buena práctica de gobernanza de investigación, lo que impide el desarrollo de políticas de investigación e innovación holísticas. Para abordar esta debilidad, el informe propone reuniones periódicas, la creación de una secretaria y la financiación de iniciativas de planificación ascendentes. Los autores sugieren también que el Consejo nórdico de Ministros inicie un programa piloto para fomentar iniciativas ascendentes a lo largo de todo el espectro de investigación e innovación. El principio de la financiación de la investigación en las fronteras nórdicas utilizando un fondo común y sin «juste retour» ya se ha creado. Los investigadores están mostrando su apoyo. Este plan ampliará el principio y permitirá a las comunidades de investigación e innovación identificar ellas mismas dónde se encuentra la fortaleza nórdica, dónde tiene sentido la cooperación y la cofinanciación a nivel nórdico».

Países

Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega, Suecia