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Un informe pide que se cree una legislación para la Estrategia de Lisboa

Un informe redactado por el gabinete estratégico europeo Stockholm Network («Red de Estocolmo») recomienda poner en práctica una legislación comunitaria específica con el fin de controlar el progreso de la Estrategia de Lisboa y para que, de esta manera, se definan unas metas ...

Un informe redactado por el gabinete estratégico europeo Stockholm Network («Red de Estocolmo») recomienda poner en práctica una legislación comunitaria específica con el fin de controlar el progreso de la Estrategia de Lisboa y para que, de esta manera, se definan unas metas y unos plazos más precisos. Asimismo, se pide que dentro de la agenda política se le dé mayor prioridad al espacio europeo de investigación (EEI) y que se armonice el sistema europeo de patentes. Este informe proporciona una visión general de las políticas y las prácticas de la UE en materia de innovación, investigación, propiedad intelectual y competencia. Estos son los aspectos considerados básicos para alcanzar el objetivo de la Estrategia de Lisboa que consiste en que, para el año 2010, Europa se convierta en la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo. Los autores de este informe, aunque reconocen que la ambición de alcanzar ese objetivo para el año 2010 es digna de elogio, también advierten que quizás la UE pretende abarcar más de lo que puede y lo explican afirmando que todavía quedan por alcanzar los objetivos de crear una sociedad de la información para todos, un EEI y un ambiente propicio para la creación de empresas innovadoras. Para ir avanzando en el logro de esas metas, este informe recomienda la introducción de una «Directiva de Lisboa» específica que «agilice la puesta en práctica de cambios vitales para la aplicación de la Estrategia de Lisboa». Esta legislación debería tratar de acotar el alcance del texto original y centrarse en áreas de importancia estratégica cuya aceptación política por parte de los Estados miembros resulte más factible. Aquí podrían incluirse áreas como la propiedad intelectual, la cooperación público-privada, la utilización de investigación financiada con fondos públicos y el apoyo a las pequeñas y medianas empresas (PYME). En la legislación que se propone también debería incluirse el concepto de alcanzar, a corto o medio plazo, una serie de objetivos definidos con claridad, así como unos plazos que no superen los tres años. «Aunque la Estrategia de Lisboa se diseñó para que durante una década se mejorase la innovación en la UE, existe la necesidad imperiosa de que se definan con mayor precisión los plazos para el cumplimiento de cada objetivo. De esta manera, esas disposiciones teóricas se podrán traducir en compromisos prácticos», afirman los autores en su informe. Este trabajo también recoge algunas recomendaciones sobre las metas estratégicas de la Estrategia de Lisboa. En lo respectivo al EEI, se pide una renovación del apoyo político para aumentar la inversión en investigación y desarrollo (I+D). A la vez que se aplaude el aumento del apoyo que proporciona el Séptimo Programa Marco (7PM), los autores aducen que «en este momento crítico los recursos siguen destinándose de forma desproporcionada a otras áreas que se podría considerar que, en lo tocante a su aportación a la economía y la sociedad, tienen menor importancia para los ciudadanos de la UE». Según explica el informe, la única manera de alcanzar el objetivo de Barcelona, que consiste en que para el año 2010 se aumente la inversión en investigación hasta un 3% del PIB, radica en «equiparar el tema de la I+D a otros asuntos políticos, tales como la Política Agrícola Común. Es importante que se responsabilice a los legisladores y a los políticos de su decisión actual de invertir menos de lo necesario en el EEI». Según considera este informe, si se observa la comercialización de los resultados obtenidos a través de la investigación, existen diferencias considerables en lo respectivo a instrumentos jurídicos, mecanismos estructurales y percepciones culturales entre los distintos Estados miembros de la UE. Se aconseja la introducción de una nueva legislación paneuropea con la que homogeneizar las reglas del juego entre los Estados miembros, así como la creación de un ambiente más propicio para la explotación del conocimiento y las actividades de transmisión de tecnologías. También se valora la importancia de constituir Plataformas Tecnológicas Europeas para aumentar la colaboración público-privada en el EEI, pero hace hincapié en que los responsables políticos hagan uso de los mecanismos disponibles con el fin de obtener una cooperación más estrecha según lo previsto por el artículo 171 del Tratado constitutivo de la CE. Existe otra meta de la Estrategia de Lisboa para la armonización del sistema de patentes de la UE. En este aspecto, el informe reitera su petición de que se adopte y se ponga en práctica de forma unilateral el Acuerdo de Londres y el Acuerdo europeo sobre litigios en materia de patentes. Así se dispondría de los instrumentos jurídicos necesarios para mejorar el sistema de la UE hasta que se alcance un consenso en torno a una patente comunitaria. Entre otras recomendaciones sobre el sistema de patentes está la simplificación de la burocracia y la creación de un procedimiento abreviado para las solicitudes de las PYME, disposiciones relativas a los costes y el desarrollo de la idea de un seguro para patentes como medio de protección de los derechos de las PYME.