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La biotecnología, parte integral de la economía de la UE, según un informe

La biotecnología ya realiza una aportación considerable a la economía europea y a la materialización de políticas comunitarias clave, según muestra un nuevo informe del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea. La biotecnología se considera una tecnología clave e...

La biotecnología ya realiza una aportación considerable a la economía europea y a la materialización de políticas comunitarias clave, según muestra un nuevo informe del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea. La biotecnología se considera una tecnología clave en el apoyo a las estrategias de la UE para la competitividad y el crecimiento, la creación de empleo y el desarrollo sostenible. No obstante, hasta ahora se dispone de datos insuficientes acerca de dónde y cómo se están utilizando los productos y los procesos biotecnológicos. Este nuevo informe, «Consecuencias, oportunidades y retos de la biotecnología moderna para Europa», supone la primera evaluación minuciosa de la contribución que está teniendo la biotecnología para los objetivos de las principales políticas de la UE. La Comisión Europea ya ha utilizado este documento como base para su revisión intermedia de la Estrategia sobre Biotecnología, que publicó a principios de este mes. A grandes rasgos, en el informe se afirma que «los productos y los procesos de la biotecnología moderna son parte integral de la economía de la UE, sobre todo en la fabricación, en los sectores farmacéutico, agroalimentario, la atención sanitaria y otros». Algunos ejemplos de su aplicación son el uso de enzimas en detergentes, la insulina recombinante, el empleo de marcadores genéticos en la ganadería y los cultivos modificados genéticamente. «La biotecnología moderna ya es una industria importante», comentó Roland Schenkel, Director General del CCI, en el acto de presentación del informe. Los autores calculan que la biotecnología moderna representa el 1,69% de la economía de la UE, lo que es comparable a otros sectores importantes como la agricultura (1,79%) o la industria química (1,95%). Además, se considera que la biotecnología impulsa la competitividad de las empresas de la UE, mientras que el alto grado de formación necesaria para trabajar con aplicaciones biotecnológicas está llevando a la creación de «trabajos mejores». En relación con el medio ambiente, con frecuencia la biotecnología moderna aumenta la eficiencia de los procesos de producción, al ayudar a recortar el uso de energía y otros recursos. «El ahorro energético que ofrecen estas aplicaciones y el potencial de sustituir los combustibles fósiles por recursos renovables (bioetanol) permiten afrontar retos como el calentamiento del planeta y la seguridad del abastecimiento energético; además, ofrecen la oportunidad de cortar el lazo que une al crecimiento económico con el perjuicio para el medio ambiente», se afirma en el informe. El informe se centra en tres campos principales: medicina y atención sanitaria; producción primaria y agroalimentación; y procesos industriales, energía y el medio ambiente. En el sector de la atención sanitaria ya está muy extendido el uso de la biotecnología, como atestiguan el uso de anticuerpos monoclonales en tratamientos del cáncer, las vacunas recombinantes para la hepatitis B y las pruebas de diagnóstico que detectan biomarcadores asociados a los infartos cardíacos. Además, está extendido el uso de técnicas biotecnológicas en las investigaciones acerca de medicamentos y técnicas de diagnóstico nuevas. Cuando se menciona la biotecnología en el sector alimentario, la mayoría de las personas piensa inmediatamente en los organismos modificados genéticamente, pero el informe muestra que tales organismos no son más que una pequeña parte de un panorama más amplio. En realidad, en este sector se utiliza la biotecnología de múltiples maneras, por ejemplo en la producción de aditivos para piensos (como el aminoácido lisina), el diagnóstico de alimentos (detección de la salmonela y de la encefalopatía espongiforme bovina) y el uso de enzimas para la producción de alimentos. En cuanto a las aplicaciones de la biotecnología en el sector industrial, encontramos el uso de enzimas para el desaprestado de tejidos de algodón, la decoloración de celulosa con enzimas en la producción de papel y la producción de bioetanol. Sin embargo, aunque la biotecnología está impulsando la competitividad de Europa en todos estos ámbitos, existen competidores muy fuertes en otras partes del mundo, sobre todo en los casos de la industria biofarmacéutica, el bioetanol, los polímeros biotecnológicos y los cultivos modificados genéticamente. «Concretamente, Estados Unidos parece lanzarse a los nuevos avances con más rapidez y con un sólido apoyo de las políticas», señala el informe. «China y otros países asiáticos también están aumentando su actividad drásticamente.» De cara al futuro, el Dr. Schenkel comentó que la biotecnología necesita un apoyo político constante a la investigación y la promoción de la transferencia de conocimientos y del desarrollo del mercado. «Con frecuencia la UE no se sitúa a la vanguardia a la hora de hacer un uso práctico de los resultados de la investigación», advirtió. «Debemos redoblar nuestros esfuerzos por mantener nuestra ventaja competitiva.» Además, señaló que se necesita disponer de más datos para seguir el desarrollo de esta tecnología y ayudar a los investigadores y las autoridades políticas a anticiparse a los acontecimientos lo antes posible.

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