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Los científicos identifican el «gen del asma»

Mediante la financiación de la UE, unos investigadores han identificado un gen que está asociado al incremento del riesgo de desarrollar asma infantil, lo cual da esperanzas para la creación de nuevas terapias que traten esta enfermedad. El asma debe su origen a una combinac...

Mediante la financiación de la UE, unos investigadores han identificado un gen que está asociado al incremento del riesgo de desarrollar asma infantil, lo cual da esperanzas para la creación de nuevas terapias que traten esta enfermedad. El asma debe su origen a una combinación de diferentes factores ambientales y genéticos, aunque estos todavía no se conocen en profundidad. En la revista Nature, los científicos explican que en los niños con determinados marcadores genéticos en el cromosoma 17 las posibilidades de sufrir asma son de un 60% a un 70% mayores que en aquellos niños que carecen de estos. Se descubrió que los niños con estos marcadores gozan de niveles mayores de una proteína llamada ORMDL3 en la sangre y el siguiente paso para los investigadores consiste en averiguar de qué manera esta proteína influye en la susceptibilidad de un niño a sufrir asma. La financiación de la UE para este estudio provino del proyecto GABRIEL del Sexto Programa Marco (6PM), encargado de investigar las causas genéticas y ambientales del asma en la UE. «Estos datos muestran el mayor efecto genético sobre el asma que se haya descubierto jamás», afirma el profesor William Cookson del Imperial College, encargado de coordinar este estudio. «No sabemos todavía cómo ORMDL3 influye en la susceptibilidad a sufrir asma. Se han encontrado genes similares en organismos primitivos como la levadura, lo que nos hace sospechar que ORMDL3 pueda formar parte de mecanismos inmunes muy antiguos.» El profesor Gonçalo Abecasis de la Universidad de Michigan, uno de los autores de este informe, se muestra optimista y cree que el descubrimiento de su equipo conllevará la creación de nuevos tratamientos contra el asma. «Opino que finalmente nos conducirá a nuevos tratamiento porque apunta a una vía biológica y molecular concreta», afirmó. «Cuando se comprende la biología y se conoce a sus protagonistas, es posible enfrentarse a ésta con medicamentos.» Mientras tanto, continúa la búsqueda de otros genes relacionados con el asma. «Estos nuevos hallazgos no facilitan una respuesta completa sobre el origen del asma, pero constituyen una pieza más del puzzle genético-ambiental que configura esta enfermedad», comentó la Dra. Miriam Moffatt del Imperial College. «Actualmente, junto con nuestros colegas, estamos preparando estudios de mayor envergadura para encontrar otros genes de efectos menos importantes y poder relacionarlos con los factores ambientales que protegen contra el asma. Nuestro objetivo final es ser capaces de prevenir la enfermedad en sujetos susceptibles de sufrirla.» La tarea de identificar los marcadores genéticos relacionados con el asma constituyó un proceso laborioso. Para ello, los científicos compararon el mapa genético de 994 individuos que sufrían asma con el de 1.243 individuos no asmáticos. En su búsqueda de genes asociados con el asma infantil, se toparon con unas 300.000 mutaciones denominadas polimorfismos de un solo nucleótido (SNP), que son mutaciones que afectan a una única letra en el código genético. También analizaron aquellos genes que estaban activos en los glóbulos rojos de los humanos. Finalmente, ratificaron sus hallazgos mediante el análisis de la estructura genética de 2.000 niños alemanes y unos 3.000 adultos británicos nacidos en 1958 y que, a lo largo de sus vidas, habían sido sometidos a un seguimiento en busca de la presencia de la enfermedad. El asma es la dolencia crónica infantil más común en Europa y cuesta a la UE más de 3.000 millones de euros anuales. La prevalencia del asma varía mucho en toda Europa; en el Reino Unido, uno de cada siete niños sufre de asma.