Cuestionada la evaluación hecha por la Comisión sobre los programas de financiación de la investigación
El Tribunal de Cuentas Europeo ha dirigido duras críticas a la Comisión Europea por la evaluación realizada de la financiación de la investigación tecnológica en los últimos doce años. Los auditores han cuestionado el método empleado por la Comisión para medir el éxito, desde 1995, de los programas europeos de financiación de la investigación y el desarrollo tecnológico. Actualmente, la aportación financiera de la Comisión Europea a la investigación tecnológica asciende a 7.200 millones de euros anuales, frente a los 2.700 millones de euros anuales correspondientes al Cuarto Programa Marco. Los auditores lamentan la falta de lógica explícita de intervención, o estudio de relaciones causales concretas, entre las actividades de los programas marco y los resultados previstos. «El incumplimiento de las funciones de seguimiento y evaluación se debe a la mala definición de los objetivos de los programas y la deficiente medición de prestaciones», reza la declaración del Tribunal de Cuentas. «La ausencia de una estrategia integral de evaluación concertada entre las Direcciones Generales de Investigación al frente de los programas marco ha tenido como consecuencia la incoherencia de planteamientos entre los servicios de la Comisión», se agrega. El Tribunal de Cuentas Europeo, panel de expertos financieros encargados de examinar la gestión y eficacia global del presupuesto y burocracia de la UE, refiriéndose a los planes internos de evaluación de los programas de investigación de la Comisión en la actual fase de financiación, que se extenderá hasta 2013, advierte que los cambios han sido muy pocos. «A la descentralización de la evaluación de los programas marco hay que añadir la ineficacia de los mecanismos de coordinación vigentes entre las Direcciones Generales encargadas de la ejecución de los programas marco y la ausencia de competencias de aplicación de la sede central de la Comisión, en particular la Dirección General de Presupuestos», aseveran los auditores. «No solo eso, sino que la orientación metodológica ha sido insuficiente, los evaluadores han tenido dificultades para recabar datos y se ha echado en falta la realización de estudios de medición de los resultados y efectos a largo plazo de los programas marco». Como consecuencia de estas deficiencias, los ejercicios de evaluación de programas de la Comisión resultaron ser «de escasa utilidad para los responsables políticos», reza la declaración. Los auditores lamentaron, en definitiva, el insuficiente conocimiento del grado de consecución de los objetivos y los resultados de los tres últimos programas marco. En el informe del Tribunal de Cuentas se recomienda explicitar la lógica de intervención de los programas marco en la legislación que sustenta la política de financiación tecnológica de la Comisión. «Conviene describir los supuestos básicos, aclarar la relación entre objetivos científicos y socioeconómicos, y desarrollar indicadores de resultados», indican los auditores. Los expertos reclaman, además, la formulación de una estrategia integral de evaluación del Séptimo Programa Marco.