Encuentran una base genética de la propensión a la migraña
Un equipo internacional de investigadores ha logrado dar con un vínculo genético a la propensión a la migraña en dos poblaciones distintas: 210 familias propensas a padecer migrañas de Australia y Finlandia. Los hallazgos de este estudio financiado con fondos comunitarios se publicaron recientemente en el American Journal of Human Genetics. Las migrañas o jaquecas suelen ser episodios de dolor de cabeza moderado o intenso que pueden durar entre 4 y 72 horas. Aparte del dolor punzante y con frecuencia unilateral, las migrañas agudizan la sensibilidad al ruido y la luz y llevan aparejados síntomas gastrointestinales como náuseas y vómitos. Alrededor del 15% de la población mundial padece de migrañas, lo que supone una gran carga para la sanidad. En Europa afecta a unos 41 millones de personas, lo que cuesta a la UE aproximadamente 10.000 millones de euros al año. Una de las dificultades fundamentales que afrontan los investigadores que investigan las causas genéticas de las migrañas es la amplia gama de síntomas experimentados por quienes las padecen. En estudios anteriores se ha informado de vínculos entre la migraña y varios puntos del genoma, pero ninguno se ha reproducido nunca de forma consistente. «Para afrontar este problema, ideamos una nueva técnica de análisis que se centra en síntomas diferentes de la migraña», informó el profesor Aarno Palotie de la Universidad de Helsinki (Finlandia) y el Wellcome Trust Sanger Institute de Cambridge (Reino Unido). En el estudio en cuestión se identificó un locus genético en el cromosoma 10q23. Los investigadores señalan que este descubrimiento era un indicio sólido de la existencia de un ligamiento genético en las dos poblaciones estudiadas, corroborado en un estudio de verificación. Dicho locus presentó vínculos especialmente fuertes con la migraña en mujeres. Una característica interesante de este estudio es que, aunque Finlandia y Australia son distantes desde el punto de vista genético, los investigadores lograron establecer conexiones con investigaciones anteriores que mostraban indicios sólidos para identificar la región más propensa a las cefaleas. «En los análisis efectuados en dos estudios independientes anteriores, uno finlandés y otro australiano, se había detectado el mismo locus. Pero en esos estudios los indicios hallados no alcanzaban la relevancia suficiente, y por eso se había pasado por alto este vínculo», explicó el Dr. Verneri Antilla, investigador postdoctoral del Wellcome Trust Sanger Institute y miembro del grupo de Palotie. Los investigadores lograron vincular este locus a la migraña en 4.000 individuos o sus parientes cercanos. «Todos estos hallazgos dependían del aspecto recién descubierto de la genética de las migrañas: ciertos tipos de dolor, como el punzante o el unilateral, guardan relaciones más estrechas con loci genéticos específicos que el dolor en general», comentó el profesor Palotie. Se espera que los resultados de este estudio impulsen nuevos trabajos para desenmarañar el misterio que envuelve a las vías genéticas de la migraña y descubrir dianas para tratamientos futuros. Según el profesor Palotie y el Dr. Antilla, la aplicación de nuevas técnicas de análisis para detectar el locus ha ayudado a impulsar estudios posteriores de asociación. En el estudio participaron, en total, nueve institutos de investigación de cuatro países. Además de la Universidad de Helsinki y el Instituto Sanger, participaron el Hospital Central de la Universidad de Helsinki, el Centro de Investigación Folkhälsan y el Instituto Nacional de Salud Pública (Finlandia); el Instituto de Investigación Médica de Queensland (Australia); y la Universidad de Columbia, el Instituto Nacional de Salud Mental, el Instituto Broad del MIT y Harvard (Estados Unidos).
Países
Finlandia, Reino Unido