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Investigadores financiados por la UE crean una prueba barata para la detección de la hepatitis C

Un equipo internacional de científicos ha creado una prueba de detección de la hepatitis C que es precisa y de coste asequible, lo cual constituye un importante adelanto de cara a controlar la propagación de este peligroso virus. El procedimiento se describe en la revista PLoS...

Un equipo internacional de científicos ha creado una prueba de detección de la hepatitis C que es precisa y de coste asequible, lo cual constituye un importante adelanto de cara a controlar la propagación de este peligroso virus. El procedimiento se describe en la revista PLoS Medicine y en parte se debe al proyecto RiViGene («Inventario económico, marcadores forenses y evaluación de posibles dianas terapéuticas y para vacunas contra virus empleados en delitos biológicos y terrorismo»), que fue financiado mediante el área temática «Apoyo a las políticas» del Sexto Programa Marco (6PM) de la UE. En el mundo hay alrededor de 170 millones de infectados por el virus de la hepatitis C (VHC), que provoca cirrosis hepática y cáncer de hígado. El virus suele propagarse por el contacto con sangre infectada, por ejemplo por transfusiones de sangre no analizada o el uso de instrumental médico que no se ha esterilizado adecuadamente. Cada año se producen entre tres y cuatro millones de infecciones nuevas. Los tratamientos no sólo son costosos, sino que en muchos casos también son ineficaces. En los países ricos la sangre donada se somete a controles rutinarios de VHC con una prueba llamada RT-PCR, la cual se comercializa y sobre la que existe una patente. Con esta prueba se detectan incluso cantidades pequeñas del ácido ribonucleico (ARN) del VHC, el cual permite al virus reproducirse, y se comprueba la presencia de una parte del genoma del virus llamada 5'-NCR. En cambio, en los países pobres el uso de esta prueba está completamente fuera del alcance de la mayoría de laboratorios. Cada prueba puede llegar a costar más de 100 dólares (77 euros), de los que 10 dólares corresponden a un canon de licencia. Además, la eficacia de la prueba depende de la cepa o genotipo del virus, que cambia de una región geográfica a otra. Para frenar la expansión del VHC es esencial que en los países en vías de desarrollo la sangre destinada a transfusiones se someta a controles rutinarios, para lo cual es indispensable disponer de una prueba eficaz y barata. En el estudio mencionado los científicos se proponían encontrar una nueva manera de detectar distintas cepas del virus examinando alrededor de seiscientas muestras de sangre procedentes de Reino Unido, Alemania, Brasil, Singapur y Sudáfrica. La realización de controles para la detección de todas las cepas más comunes de este virus reviste importancia para todo el mundo, afirman los investigadores. En Asia, por ejemplo, «con frecuencia encontramos virus de la hepatitis C distintos a los de nuestra región», indicó el Dr. Jan Felix Drexler de la Universidad de Bonn. «Si nos planteamos la situación de un turista alemán que regresa de Tailandia infectado y procede a donar sangre en su país, se hace patente la necesidad de que aquí también seamos capaces de diagnosticar esas variantes sin margen de error alguno.» Los científicos descubrieron que cierta prueba en la que se busca una parte diferente del genoma del VHC, el «elemento de cola 3'-X» (3'-X-tail element) permitía detectar con exactitud concentraciones bajas del ARN viral en una amplia variedad de muestras y también determinar la cantidad presente en las mismas. Así pues, esta nueva prueba es igual de eficaz, o quizá más, que los ensayos comerciales que se usan en la actualidad. «Hemos alcanzado una precisión que es, como mínimo, igual a los dos mejores procedimientos habituales en todos los tipos del virus», aseguró el profesor Christian Drosten de la Universidad de Bonn. Y según indicó el Dr. Drexler, «esto es un avance muy importante de cara a frenar esta enfermedad. Al fin y al cabo, las transfusiones son una de las principales fuentes de propagación.» El protocolo seguido en el ensayo X-tail es sólido, estable, efectivo y de libre disposición, por lo que reúne las condiciones necesarias para incrementar la seguridad de la sangre en los países en vías de desarrollo, al facilitarles una alternativa barata y eficaz a los ensayos patentados para el VHC. La nueva prueba ya se ha utilizado con éxito para medir la carga viral de las muestras de sangre de 127 pacientes de un laboratorio de Brasil con apenas una pequeña fracción del coste habitual. Se trata de una medición importante para controlar la eficacia del tratamiento y rebajar sus costes. «Si alguien desea utilizar esta prueba, también podemos facilitarle los reactivos de control», añadió el Dr. Drexler. Los proveedores comerciales no facilitan la naturaleza precisa de sus ensayos. El proyecto RiViGene, que concluyó en 2008, estudió las secuencias genómicas del virus que tienen relevancia para asuntos de seguridad y trató de idear métodos simples y fiables de identificación de todas las firmas genéticas virales. La información genómica recabada por el consorcio se utiliza para investigar los aspectos funcionales de la biología de los virus.

Países

Brasil, Alemania, Singapur, Reino Unido, Sudáfrica

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