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La ingesta elevada de sal aumenta el riesgo de ictus y cardiopatía

Una ingesta elevada de sal está asociada a un riesgo considerablemente mayor de ictus y enfermedad cardiovascular, según un nuevo estudio financiado por la UE y publicado esta semana en el British Medical Journal (BMJ). Éste fue fruto de la colaboración entre equipos científ...

Una ingesta elevada de sal está asociada a un riesgo considerablemente mayor de ictus y enfermedad cardiovascular, según un nuevo estudio financiado por la UE y publicado esta semana en el British Medical Journal (BMJ). Éste fue fruto de la colaboración entre equipos científicos de la Universidad Federico II de Nápoles (Italia) y la Universidad de Warwick (Reino Unido). El apoyo comunitario a este estudio provino del proyecto HYPERGENES («Red europea de estudios epidemiológicos: creación de un método para desentrañar características genéticas complejas, con la hipertensión esencial como patología modelo»), financiado con 10,2 millones de euros mediante el tema «Salud» del Séptimo Programa Marco (7PM). La investigación consistió en un análisis de los resultados de 13 estudios publicados sobre la ingesta de sal y la hipertensión arterial, que abarcaron una población de 170.000 personas, y en un estudio de los vínculos entre estos dos factores. Se observó con claridad que una diferencia de 5g de sal al día equivale a una diferencia del 23% en la incidencia de ictus y del 17% en la de enfermedad cardiovascular. Hace tiempo que se conoce la relación que guardan, por un lado, la ingesta elevada de sal y, por otro, el ictus y la enfermedad cardiovascular, motivo por el que muchos fabricantes de alimentos ya han reducido la cantidad de sal que contienen sus productos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que una ingesta razonable de sal es de 5g (una cucharadita) al día. No obstante, se calcula que en el mundo desarrollado la ingesta diaria de sal es mucho más elevada, más próxima a los 10g. Incluso este cálculo es, casi con toda probabilidad, demasiado bajo, habida cuenta de la gran cantidad de sal que contienen muchos alimentos, en especial la comida para llevar y los alimentos enlatados y envasados, por lo que resulta muy difícil medir con exactitud la cantidad de sal que se ingiere a diario. Este estudio viene a aumentar la cantidad de pruebas que demuestran que un menor consumo de sal podría contribuir a reducir la incidencia de ictus y enfermedades cardiovasculares. Las estadísticas mundiales muestran que el 62% de los casos de ictus y el 49% de los de cardiopatía isquémica se deben a la hipertensión, y también que el tratamiento antihipertensivo puede prevenir algunos casos de ambas patologías. Ingerir menos sal también tendría el efecto de reducir los costes sanitarios, puesto que las enfermedades cardiacas y los ictus suponen una gran carga para la sanidad de toda la UE. Estudios anteriores en diversos países que registran prevalencias elevadas de ictus y enfermedad cardiovascular han calculado que se podrían salvar alrededor de 850.000 vidas cada año si la población ingiriera 5g menos de sal a diario. Los autores del estudio referido opinan que reducir la ingesta diaria de sal en 5g podría prevenir 1,25 millones de fallecimientos por ictus y casi 3 millones por enfermedad cardiovascular cada año, y señalan que sus resultados refuerzan los argumentos a favor de recomendar a la población que consuma menos sal.

Países

Italia, Reino Unido

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