Un estudio resalta la relación entre el nivel socioeconómico y el riesgo de muerte
Un estudio que analizó el estado dela salud de cerca de 10 000 funcionarios en Londres, Reino Unido, durante un período de veinticinco años ha descubierto una estrecha relación entre el riesgo de muerte y el nivel socioeconómico. Los descubrimientos hallazgos se han publicado en la revista Journal of the American Medical Association (JAMA). El estudio longitudinal Whitehall, del Gran BretañaReino Unido, comenzó en 1985 y fue realizado por investigadores del Centro de investigación sobre epidemiología y salud poblacional del Instituto nacional de investigación médica y sanitaria (INSERM) de Francia. Todos los funcionarios que participaron en el estudio vivían en Londres y tenían edades comprendidas entre los 35 y los 55 años. Su nivel socioeconómico se clasificó en función de su grado laboral (alto, medio o bajo). Además, se evaluaron sus opciones en materia dehábitos relacionados con la salud, incluidos el tabaquismo, el consumo de bebidasalcohol y tabaco, el ejercicio físico y la dieta, cuatro veces durante el período de desarrollo del estudio. Los investigadores estudiaron el papel que desempeñan las elecciones costumbres y comportamientos en materia de salud en la relación entre el nivel socioeconómico y una peor salud o mortalidad. Se descubrió que gran parte de la conexión entre el nivel socioeconómico y el riesgo de muerte se debe a elecciones hábitos relacionadaos con la salud como el consumo de tabaco y alcohol tabaquismo, el consumo de bebidas alcohólicas y el ejercicio. Los grupos socioeconómicos de nivel inferior suelen presentar unas tasas más elevadas de comportamientos nocivos para la salud, como el consumo de alcohol y el tabaquismotabaco, que suelen considerarse factores clave en la vinculación entre un nivel socioeconómico inferior y una salud peor. No obstante, los autores del estudio destacaron: «Se han producido cambios considerables en los estilos de vida de la población, como por ejemplo, una menor tasa de tabaquismo menor consumo de tabaco y un aumento notable de la obesidad desde la década de los años noventa. Dado que los cambios en los comportamientos de relacionados con la salud pueden definirse en función de modelos sociales, los estudios anteriores realizados con una única evaluación de los comportamientos pueden haber proporcionado un cálculo impreciso de su aportación a la asociación entre los factores socioeconómicos y la mortalidad.» En total, 654 de los participantes fallecieron durante el período de seguimiento de veinticuatro 24 años del estudio. Los investigadores descubrieron que las personas con menor nivel socioeconómico presentaban un riesgo de muerte por diversas causas 1,6 veces superior que las personas con elde nivel más elevado. Los comportamientos de relacionados con la salud evaluados en la línea de baseal inicio explicaban justificaban el 42 % de la asociación entre el nivel socioeconómico y el fallecimiento por diversas causas. Todos los estos comportamientos de salud tomados en conjunto en la línea de base al inicio explicaban el 29 % de la curva de la mortalidad cardiovascular y el 45 % si se aplicaban como covariablntes dependientes del tiempo. «La diferencia entre las evaluaciones realizadas únicamente en la línea de baseal inicio y las evaluaciones repetidas de los comportamientos de relacionados con la salud se debía principalmente a un poder explicativo superior de la dieta, la actividad física y el consumo de alcohol», escribieron los autores. «El papel del tabaquismotabaco, el mediador más fuerte en estos análisis, no cambió cuando se utilizaroban evaluaciones de la línea de basedel inicio o las repetidas.'» Las eleccionesLos hábitos y comportamientos de relacionados con la salud explicaron una gran proporción de las desigualdades sociales notables en la mortalidad halladas en el estudio y demostraron la importancia de tomar en consideración los cambios en las elecciones y losdichos hábitos y comportamientos de salud durante un período de tiempo cuando se estudian las desigualdades sociales. «Nuestros hallazgos no tendrán necesariamente implicaciones políticas directas,», comentaron los autores. «Por otro lado, los resultados suponen que las intervenciones y políticas en materia de salud que se centrean en comportamientos de salud individuales no sólo pueden mejorar la salud de la población, sino también reducir considerablemente las desigualdades en saludsanitarias.» «Por otra parte, si los comportamientos de relacionados con la salud siguen modelos patrones sociales y están determinados, por ejemplo, por factores económicos, la capacidad de respuesta ante los mensajes educativos sobre la salud o el entorno en el que vive [la gente], las mismas políticas destinadas a mejorar la salud de la población pueden contribuir a incrementar las desigualdades sociales en materia de salud.»
Países
Francia, Reino Unido