Estudio sobre el modo de andar de los elefantes
Un estudio a cargo de la Universidad de Manchester (Reino Unido) muestra que, a diferencia de la mayoría de cuadrúpedos, los elefantes caminan aplicando una especie de «tracción a las cuatro ruedas». Este trabajo, que se ha publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), revela también que las rodillas de los elefantes son más flexibles de lo que se pensaba. Estos hallazgos podrían conducir a un mejor tratamiento de enfermedades que afectan a algunos animales, como la artritis, y podrían incluso arrojar luz sobre el modo de desplazarse de los dinosaurios. Mientras que la mayoría de animales de cuatro patas emplean las delanteras para detenerse y las traseras para impulsarse hacia delante, los elefantes reparten el trabajo de forma más equitativa entre sus cuatro extremidades. «No se aprecia una división clara del esfuerzo», indicó el primer firmante del estudio, el Dr. Lei Ren de la Universidad de Manchester. «Todas las patas cumplen la misma función.» Los investigadores observaron que, aunque las extremidades de los elefantes parezcan pesadas y rígidas, en realidad son más flexibles que las de los caballos. Si las patas de un animal son rígidas como columnas, los músculos tienen que trabajar menos, según explicó otro de los autores, el Dr. John Hutchinson del Royal Veterinary College de Londres (Reino Unido). «Si se bloquean las rodillas, las piernas son como pilares, no hay que hacer mucha fuerza con los músculos. En cambio, si se flexionan las rodillas, enseguida se nota que los músculos tienen que ejercer más fuerza.» Estudios anteriores demostraron que, a mayor tamaño del animal, más pesadas y rígidas son sus piernas. Con la ayuda de expertos domadores, el equipo científico llevó a cabo pruebas con seis elefantes asiáticos del Centro de Conservación del Elefante Tailandés, situado en Lampang (Tailandia). Su intención era averiguar si los elefantes se mantienen erguidos y caminan por naturaleza con las patas rectas o flexionadas. Un motivo por el que nunca antes se había realizado este tipo de investigación era lo compleja que resulta. En el Centro de Conservación mencionado, se colocaron en el suelo dieciséis plataformas dinamométricas, semejantes a las típicas básculas del cuarto de baño pero mucho más grandes. Además, se colocaron marcas calibradas reflectantes en puntos estratégicos del cuerpo de los elefantes y se grabaron sus movimientos con cámaras de infrarrojos mientras caminaban sobre las plataformas. Los científicos emplearon la información captada por las cámaras y las plataformas para analizar los movimientos de los elefantes y estudiar el esfuerzo que realizan sus músculos para impulsarse hacia delante. Sus conclusiones fueron que los músculos de estos animales sólo proporcionaban un tercio de la potencia calculada previamente por los modelos informáticos. Esto significa que las patas de los elefantes poseen la agilidad y flexibilidad suficientes para impulsarles con relativa facilidad. Además, los autores observaron que los músculos de las patas de los elefantes realizan un esfuerzo mayor al ponerse a correr, lo que explica que estos animales prefieran desplazarse por su hábitat caminando y no corriendo. Imágenes tridimensionales complementarias de los movimientos de los elefantes revelaron que empleaban las cuatro patas tanto para detenerse como para impulsarse, a diferencia del resto de cuadrúpedos, que en su mayoría utilizan las patas traseras para impulsarse hacia delante y las delanteras para detenerse. Actualmente el equipo científico se dedica a elaborar modelos informáticos de la función de cada músculo, tendón y hueso en los movimientos de los elefantes con la intención de contribuir a remediar patologías de los elefantes como la artritis. «En las extremidades de los elefantes debe existir un punto a la manera del eslabón más débil que les impide desplazarse a mayor velocidad», opinó el Dr. Hutchinson. «Si averiguamos cuál es en los elefantes, quizá podamos extrapolarlo a otras especies.»
Países
Reino Unido