Un dispositivo de detección de vapores explosivos puede examinar rápidamente los zapatos de los pasajeros
El terrorismo se ha convertido en el problema de seguridad más acuciante del siglo XXI. En los últimos tiempos, ha habido una serie de ataques terroristas mortales. Según la página web del Departamento de Estado de Estados Unidos(se abrirá en una nueva ventana), solo en 2016 se produjeron 11 072 atentados terroristas en todo el mundo, con el resultado de más de 25 600 muertos en total y más de 33 800 heridos. No solo se pueden ocultar explosivos o bombas en la ropa, sino que los terroristas tratan de inventar nuevas formas de introducir explosivos a bordo. Además, las bombas son cada vez más «explosivas» y las cantidades críticas necesarias para causar daños graves son cada vez más pequeñas, lo que complica su detección.
Una tecnología inteligente para la detección de explosivos en espacios públicos
El proyecto AirBrush, financiado con fondos europeos, diseñó un aparato de seguridad llamado «AirBrush»(se abrirá en una nueva ventana), un escáner de zapatos que examina el calzado de los pasajeros. Yuri Udalov, coordinador del proyecto, explica: «El dispositivo AirBrush puede detectar materiales energéticos que tienen suficiente “potencia” para dañar un avión con solo una pequeña cantidad de material explosivo oculto en la suela de un zapato». Eye on Air(se abrirá en una nueva ventana) es la empresa que está detrás de esta avanzada tecnología de detección de explosivos. Gracias a un espectrómetro de movilidad iónica(se abrirá en una nueva ventana) —un sistema con capacidad para detectar no solo trazas de explosivos, sino también vapores—, el detector AirBrush consigue realizar mediciones directas rápidamente con gran especificidad y alta sensibilidad. Más concretamente, el dispositivo puede medir los vapores emitidos por 100 microgramos de trinitrotolueno situados a una distancia de 10 centímetros de una boquilla para muestreo de AirBrush. Una unidad de preconcentración propia recoge estos vapores durante unos diez segundos y, a continuación, se liberan en el módulo de detección del dispositivo. También se ha desarrollado una base de datos ampliable en la que cada material tendrá su firma de olor única (movilidad iónica).
Examen rápido y detallado de los zapatos de los pasajeros
Este examen rápido y sin contacto del calzado puede realizar pruebas a hasta ciento ochenta pasajeros por hora cuando no salta ninguna alarma y puede desactivarse automáticamente sin necesidad de intervención por parte del usuario. AirBrush puede escanear y analizar los zapatos en diez segundos, lo que supone una gran ayuda al actual y largo proceso de control de calzado en los aeropuertos: los pasajeros se quitan el calzado, que se pasa por una máquina de rayos X y se devuelve a los pasajeros para que se lo vuelvan a poner. Udalov añade: «El dispositivo AirBrush puede detectar rastros de explosivos hasta un nivel de picogramos (una milbillonésima parte de un gramo), algo de lo que estamos orgullosos. Además, la tecnología de olfateo de vapores de AirBrush no se limita a examinar los zapatos a distancia. Se trata más bien de una tecnología de “nariz de perro electrónica”».
Salvar vidas con el olfato
Está claro que la lucha contra el terrorismo es una prioridad absoluta para proteger mejor al público y salvar vidas ante las amenazas existentes y nuevas de unos explosivos cada vez más potentes. La tecnología AirBrush salvará vidas, ya que funciona como medida disuasoria para las personas que puedan tener intenciones terroristas. Varios aeropuertos y organismos han mostrado interés en este enfoque. «La aplicación práctica y las pruebas en entornos reales se han retrasado debido a la pandemia, pero en cuanto los países europeos empiecen a abrir y se reanude el tráfico aéreo, seguiremos trabajando con las partes interesadas», concluye Udalov.
Palabras clave
AirBrush, explosivos, zapatos, detección, terrorismo, aeropuerto, espectrómetro de movilidad iónica