Freno al fraude en el aceite de oliva con la ayuda de las cadenas de bloques
Europa es el motor del mundo del aceite de oliva, ya que en ella se encuentran muchas de las marcas de calidad más famosas del mundo. En Europa, se produce aceite de oliva por valor de unos 3 000 millones de euros al año, la mayoría en España, Italia y Grecia. Puede parecer que el aceite de oliva no es un candidato a sufrir fraudes, pero las falsificaciones son un problema importante y cada vez mayor en toda la UE. Se estima que las pérdidas en el mercado a causa del fraude en el aceite de oliva en Europa suman unos 1 500 millones de euros al año. Además de las pérdidas económicas, pueden producirse consecuencias gravísimas para la salud humana. En 1982, en España, un acontecimiento en el que hubo aceite fraudulento implicado afectó a más de veinte mil personas y provocó cientos de muertes a causa de un síndrome tóxico. Según explica Enrique Lizaso, director técnico de BlockTac y coordinador del proyecto STOPTHEFRAUDINOLIVEO: «Existen varias formas de realizar una falsificación: puedes inventarte una marca, verter algo en un envase y etiquetarlo como quieras». Los aceites pueden diluirse en otros aceites de baja calidad o refinados químicamente, o con aceites que vayan a caducar antes de que los consumidores abran el envase y empiecen a usarlos en sus ensaladas. La gran mayoría de los clientes no sabe decir si el aceite es falso, incluso después de haberlo probado. Existen inspectores del aceite de oliva, pero no son suficientes para comprobar cada envase. Además, las multas no son suficientes para prevenir el fraude. El proyecto STOPTHEFRAUDINOLIVEO ha desarrollado una solución tecnológica inteligente para este problema. BlockTac es un nuevo tipo de sello digital basado en la tecnología de cadena de bloques que permite a los clientes comprobar la autenticidad del aceite con un teléfono inteligente en el supermercado.
Firmado, sellado, entregado
Lizaso indica: «Desde el principio, decidimos que el sistema debía ser superfácil de usar: el cliente apuntaría hacia el código QR del producto con su teléfono inteligente e, inmediatamente, podría saber si un envase en concreto es original o no». Cada unidad lleva una etiqueta de doble capa. El cliente despega una capa para descubrir un código QR. Cualquier teléfono inteligente normal (iOS o Android) sirve para escanear el código y una aplicación se ocupa de comprobar si el envase está registrado en la cadena de bloques. Si es un envase legal, se marca como abierto. Si ya se había comprobado anteriormente, se le indica esta circunstancia al cliente. «Si el registro de la cadena de bloques no contiene el código QR, se indica que no hay información sobre el envase y que el usuario debe tener cuidado y consumirlo bajo su propia responsabilidad», explica Lizaso. Cuando un falsificador copia un producto, suele hacer más de una. Esto significa fabricar cientos o miles de envases. En este caso, el falsificador puede copiar el código QR y todos los envases tendrán el mismo. En cuanto uno de ellos se «abra» mediante BlockTac, todos los demás quedarán marcados como abiertos o como posibles falsificaciones. A continuación, el cliente puede decidir qué desea hacer. Actualmente, el proyecto ha establecido acuerdos para 3,5 millones de unidades y el objetivo para 2020 es alcanzar los 10 millones de productos, lo cual significa el uso más extendido de las cadenas de bloques hasta la fecha después de las criptomonedas. «Estamos muy agradecidos a la UE por darnos esta oportunidad», concluye Lizaso.
Palabras clave
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