Los escenarios en línea abren el camino a las competencias digitales
La creciente importancia de las competencias de trabajo en el mercado laboral es un reto importante para los profesores de Europa. A diferencia de las disciplinas «tradicionales», el mundo digital está en un estado de evolución constante. Para seguir este ritmo es necesario disponer de herramientas educativas que se desarrollen junto con las necesidades de los profesores y que los programas empiecen lo antes posible. El proyecto CRISS se dedicó esencialmente a esto: acortar la brecha en competencias digitales y, al mismo tiempo, permitir que los profesores y los sistemas nacionales de educación expresasen su opinión sobre cómo conseguirlo. El consorcio del proyecto desarrolló un nuevo ecosistema de aprendizaje digital basado en la nube y lo probó en más de quinientas treinta y cinco escuelas europeas. «Los profesores pudieron experimentar en un entorno real el uso de un método y una herramienta para la adquisición de competencias digitales. Ahora conocen mejor el sistema y se mostraron gratamente sorprendidos con los resultados, lo que quizás es el mayor impacto del proyecto», comenta Anna Palaiologk, asesora jefa de investigación en EXUS y coordinadora del proyecto CRISS. La plataforma CRISS proporciona dos componentes: un componente principal que ofrece todas las funcionalidades y servicios que profesores y estudiantes necesitan, y un componente analítico que permite evaluar las competencias digitales.
Más allá de la informática
Una vez se conecten a la plataforma principal, los profesores verán una lista de los escenarios de aprendizaje que pueden utilizar para enseñar competencias digitales y ponerlas en perspectiva. Por ejemplo, «Alicia atraviesa la pantalla y lo que allí encuentra» ayuda a los estudiantes a reflexionar sobre el impacto que la tecnología tiene en el medio ambiente y cómo reducirlo, mientras que un escenario como el de «Alcanza los 20 en Primer Lugar» se centra en el pensamiento computacional y se aplica a diferentes situaciones. Tal como señala Palaiologk: «En lugar de limitar las competencias digitales a la clase de informática, CRISS integra el uso de herramientas digitales en el programa escolar». La plataforma incluye una red social en la que profesores y estudiantes se comunican, además de diferentes herramientas de tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) que los estudiantes pueden utilizar para llevar a cabo las actividades descritas en los escenarios. El equipo de CRISS facilita dos de estas herramientas: Magellan, una plataforma para crear experiencias de realidad mixta, y Portabily, una herramienta multimedia para la creación de contenido. Más que la propia tecnología, la principal innovación de CRISS reside en su puesta en marcha del marco DigComp para usarlo en el aula. El proyecto añade una capa operativa a este marco, que conecta sus competencias con indicadores concretos para evaluar el progreso de los estudiantes. En conjunto, el concepto operativo amplía la competencia digital a cinco ámbitos y doce subcompetencias con sus propios indicadores y criterios de rendimiento. La solución se ha probado en seis países de la UE con siete pilotos, con unos resultados tan satisfactorios que las escuelas participantes quisieron ampliar las pruebas un año más tras la finalización del proyecto. Además, otras escuelas que habían oído hablar del proyecto quisieron unirse. En este momento, el consorcio de CRISS está planteándose formas de seguir colaborando con estas escuelas y ampliar la asociación a proveedores de servicios tecnológicos a más países. «Mientras tanto, el marco y los escenarios de CRISS tienen unos derechos de propiedad intelectual (DPI) de acceso libre. Pueden integrarse en cualquier sistema de gestión del aprendizaje o entorno de aprendizaje personal que ya se use en las escuelas», explica Palaiologk. «Los componentes de la plataforma están listos para que cualquier escuela interesada los compre. Hay disponible una versión de prueba y los componentes se pueden comprar por separado o como un conjunto de módulos». Es muy probable que CRISS marque un hito en todo el sector educativo. Sus logros tienen el potencial de repercutir en todos los agentes: al tener más estudiantes cualificados, las escuelas pueden describir mejor lo que quieren en sus contrataciones públicas, y las direcciones regionales de educación tienen una imagen clara de las acciones políticas necesarias. El ejecutivo de la comunidad autónoma de Cataluña ya ha decidido adoptar la metodología CRISS, mientras que el Ministerio de Educación de Grecia planea utilizarlo en escuelas públicas.
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