Un mecanismo de tipo preguntas y respuestas para una toma de decisiones más informada sobre cuestiones de biodiversidad complejas
Al centrarse en la biodiversidad y el medio ambiente, el proyecto financiado con fondos europeos EKLIPSE cierra una vieja brecha entre los conocimientos científicos y la toma de decisiones políticas. Responde a preguntas pertinentes para la política europea y, de esta forma, apoya la política fundamentada en pruebas. Digamos que usted es un urbanista que investiga sobre soluciones basadas en la naturaleza para áreas urbanas, o un encargado de la toma de decisiones que desea obtener más información sobre el impacto de los plaguicidas en las medidas cercanas de conservación de polinizadores. Hace unos años, para obtener una respuesta a sus dudas habría tenido que recurrir a una empresa de consultoría y/o financiar un proyecto de investigación. Cinco años después, finalmente tendría la respuesta a su pregunta… en forma de docenas de documentos científicos.
El arte de lo posible
El problema es que, en política, cinco años son una eternidad. Para cuando se disponga de conocimientos científicos sobre la biodiversidad específica o las cuestiones relacionadas con los servicios ecosistémicos, es probable que todo el gobierno haya cambiado y que, con ello, también lo hayan hecho sus prioridades. Del mismo modo, el exceso de información puede dificultar el proceso de toma de decisiones. ¿Habría entonces alguna manera de acelerar, simplificar y mejorar este proceso de consulta de expertos? «Pese a que existe una gran cantidad de datos científicos y otra información sobre el estado y las tendencias de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos, sigue siendo un reto convertir esto en “información utilizable”», explica Marie Vandewalle, co-coordinadora del proyecto EKLIPSE en representación del Centro Helmholtz de Investigación Medioambiental (UFZ). «A menudo, los datos están excesivamente acotados, no abordan distintas perspectivas e incertidumbres, y no permiten realizar una evaluación de los efectos sobre el terreno. En general, las cuestiones relativas a la biodiversidad y el medio ambiente implican un alto nivel de incertidumbre, complejidad, diversidad de valores y a muchos sectores diferentes con distintos objetivos que, a menudo, entran en conflicto». Para superar estos problemas, el sólido proceso de EKLPSE consiste en establecer grupos de trabajo de expertos para proporcionar datos creíbles, legítimos, pertinentes y bien sintetizados en un plazo de entre ocho y dieciocho meses. En un período de cuatro años, el consorcio ha lanzado cinco convocatorias de solicitudes para que los responsables políticos y otros actores sociales pudieran señalar temas de interés y sus necesidades de pruebas. Ha recibido un total de 44 solicitudes de órganos como la Comisión Europea, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y el ministerio francés de medio ambiente. Trece de estas han sido seleccionadas por su pertinencia política y han sido procesadas. «EKLIPSE responde a las necesidades de pruebas de los solicitantes sintetizando los mejores datos disponibles de una forma que facilita la formulación de recomendaciones políticas de tipo práctico. Para cada solicitud, identificamos y adaptamos un conjunto de los mejores métodos disponibles para revisar, agrupar y comunicar los conocimientos existentes en función de las necesidades del solicitante», explica Vandewalle. Todo este proceso se basa en la transparencia, con medidas éticas concretas que van desde las declaraciones de conflicto de intereses hasta la revisión inter pares de los informes finales.
Establecimiento de un marco para la investigación futura
Un ejemplo de una contribución de EKLIPSE es el desarrollo de un marco para la investigación futura sobre soluciones basadas en la naturaleza para la DG Investigación e Innovación de la Comisión Europea. Dicho marco ya es utilizado por proyectos de investigación y facilita en gran medida la obtención de resultados comparables y la extracción de conclusiones entre distintos proyectos. «También recibimos una solicitud de la Agencia Escocesa de Protección del Medio Ambiente, que estaba interesada en saber cómo los reguladores pueden incentivar la sostenibilidad y mejorar los impactos sobre la biodiversidad de las pequeñas y medianas empresas (pymes) del sector alimentario. EKLIPSE se aseguró de que esta solicitud fuese abordada de manera que se proporcionase una referencia útil para los reguladores de toda la Unión Europea», explica Heidi Wittmer, co-coordinadora de EKLIPSE. Ahora que se ha demostrado que el mecanismo de EKLIPSE funciona en la práctica, el consorcio ha iniciado una fase de transición de cara a la finalización del proyecto en 2020. Posteriormente, este mecanismo se transferirá de forma permanente para quedar bajo la gestión de la red ALTER-Net. Se han identificado diversas fuentes de financiación (la Comisión Europea, solicitantes privados, financiación colectiva y fundaciones/donaciones) para financiar las futuras solicitudes. «Esperamos que EKLIPSE demuestre ser el futuro de una mejor toma de decisiones sobre cuestiones relacionadas con la biodiversidad y que se utilice como un modelo de éxito para otras interfaces entre ciencia y política», concluye Vandewalle.
Palabras clave
EKLIPSE, biodiversidad, medio ambiente, mecanismo de apoyo, toma de decisiones, conocimiento, grupos de trabajo de expertos