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Adaptation, learning and training for spatial hearing in complex environments

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La habilidad del encéfalo de escuchar en entornos muy ruidosos

Es difícil descifrar las palabras en situaciones con mucho ruido, pero nuestro encéfalo suele encontrar la manera. Una investigación financiada con fondos europeos ha dilucidado los mecanismos encefálicos encargados de la adaptación y el aprendizaje en entornos auditivos complejos.

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El encéfalo humano es capaz de extraer correctamente información pertinente para adaptar nuestro procesamiento auditivo a las particularidades del entorno actual. Así es como podemos oír el sonido del móvil en un entorno ruidoso. El proyecto financiado con fondos europeos ALT, emprendido con el apoyo del programa Marie Skłodowska-Curie, investigó cómo la adaptación del encéfalo a nuevos entornos acústicos influye en la percepción del habla y el aprendizaje de nuevas categorías fonéticas. ALT sacó a la luz la variedad de mecanismos de adaptación y aprendizaje que el encéfalo humano utiliza cuando se expone a nuevos entornos de escucha, en la comunicación cotidiana o cuando utilizamos información auditiva para llevar a cabo tareas diarias comunes. Norbert Kopco, investigador principal del Laboratorio de Percepción y Cognición de la Universidad Pavol Jozef Šafárik de Košice (Eslovaquia), explica: «Tales tareas relacionadas con la escucha espacial, nuestro principal interés científico, pueden consistir en llegar a un teléfono que suena, evitar coches que se acercan, escuchar a alguien en una habitación ruidosa con reverberación o aprender fonemas de un nuevo idioma. Nuestro encéfalo utiliza distintas estrategias adaptativas y mecanismos de aprendizaje al realizar este tipo de tareas, incluido el aprendizaje “implícito” espontáneo que no requiere ninguna información sobre qué aprender y cómo». Otros mecanismos de aprendizaje observados son una adaptación «ventriloquia» engañosa en la que nuestro oído funciona en consonancia con nuestra vista para aportar información coherente sobre las personas que vemos y las que hablan. Otro consiste en la adaptación de nuestro procesamiento del habla a nuevos entornos, «como cuando entramos en un restaurante y tenemos que participar en una conversación con múltiples personas en ese entorno», detalla Kopco.

Juegos de teléfono de entrenamiento mental

Los hallazgos de ALT sugieren asimismo que los nuevos instrumentos informáticos como los juegos de entrenamiento mental o los juegos de teléfono pueden influir. Este tipo de juegos puede mejorar la capacidad de las personas con audición normal a realizar mejor las tareas. Además, pueden utilizarse para capacitar a los oyentes con problemas de audición e implantes cocleares a utilizar la información auditiva de una forma más similar a la de las personas con audición normal. «También utilizamos instrumentos informáticos avanzados para analizar las imágenes cerebrales obtenidas con técnicas de neuroimagenología como la electroencefalografía y las imágenes por resonancia magnética funcional o comprender la forma en que el encéfalo analiza y codifica la información espacial auditiva en distintos entornos». Es más, ALT llevó a cabo varios estudios que muestran cómo los juegos pueden mejorar su percepción auditiva espacial. Por ejemplo, algunos juegos pueden entrenar la localización de sonidos en el plano horizontal (distinción de los sonidos que provienen de la izquierda de los de la derecha) para ayudar a los oyentes con audición normal en tareas cotidianas como la identificación de situaciones peligrosas (un coche que se aproxima) a través del oído. Otros juegos pueden mejorar la capacidad de los oyentes de aprender nuevos fonemas en un idioma extranjero. Curiosamente, los recién nacidos cuentan con el potencial de diferenciar entre contrastes fonémicos de todos los idiomas. Sin embargo, esta capacidad se pierde al cumplir un año. En cuanto a la investigación en curso, seguirá más allá de la conclusión de ALT. «Esperamos seguir con las colaboraciones que se iniciaron mediante esta beca, tanto en la Unión Europea como con los socios de Estados Unidos», señala Kopco. «Actualmente colaboramos con nuestros socios austriacos y con un nuevo socio francés». El siguiente paso podría ser preparar una nueva beca Marie Curie para garantizar la continuidad de la investigación y colaboraciones fructíferas con países de fuera de la Unión Europea.

Palabras clave

ALT, encéfalo, oído, auditivo, oyentes, problemas de audición, comunicación, sonidos, escucha espacial, señales acústicas

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