Un nuevo tipo de fármacos para el glaucoma podría mejorar el cerebro además de la vista
El glaucoma es una enfermedad neurodegenerativa que provoca un deterioro de la vista que empieza en la periferia, con la aparición de la «visión en túnel». Se trata de una de las principales causas de ceguera irreversible, y afecta a una de cada diez personas de más de 75 años en Europa y a sesenta millones de personas en todo el mundo. Los tratamientos actuales se centran en la reducción de la presión en el globo ocular. Sin embargo, para el 30 % de enfermos con un glaucoma de «tensión normal», no existe ningún tratamiento eficaz. El proyecto SA-VOIR, financiado con fondos europeos, trata de obtener un nuevo fármaco que pueda retrasar o incluso evitar la ceguera en estas personas.
Matrices celulares
«Los oftalmólogos prescriben el mismo tratamiento a los pacientes con tensión normal que el que prescriben a los que padecen glaucoma de alta tensión, pese a saber que resultará menos eficaz», explica Siem van der Laan, coordinador del proyecto SA-VOIR. «Queremos dar con una solución que proteja el nervio ante la degeneración, principalmente para el glaucoma de tensión normal, aunque también podría beneficiar al de tensión alta». MT-act, anfitrión del proyecto SA-VOIR, ha investigado fármacos tradicionales que actúan sobre el mecanismo enzimático que regula los microtúbulos, las matrices sobre las que se forma una célula.
Disfunción de la proteína τ
Además de proporcionar la arquitectura molecular de la célula, estos microtúbulos son fundamentales para transportar moléculas por la célula. Los daños en estos microtúbulos son un primer síntoma característico del glaucoma, y se espera que este posible fármaco conocido como MT-011 pueda ayudar a las células a resistir dicha degradación. Dado que la afección afecta a los nervios ópticos, se considera que el glaucoma es una enfermedad neurodegenerativa como la de Alzheimer y la de Parkinson. El fármaco innovador actúa sobre las primeras manifestaciones de la desregulación de la proteína τ que provocan la desintegración de los microtúbulos, lo que significa que el MT-011 también puede proporcionar cierto tipo de protección contra otras taupatías, un grupo de enfermedades relacionadas con la disfunción de la proteína τ. De todos modos, de momento van der Laan sigue centrado en el glaucoma: «Resulta mucho más sencillo estratificar y observar a los enfermos de glaucoma, y los parámetros son mucho menos subjetivos», añade.
Mejor cumplimiento
El proyecto se financió a través del programa Horizonte 2020 de la Unión Europea. Tal y como explica van der Laan: «La financiación nos ayudó a identificar nuestro planteamiento y nuestra postura en el panorama médico. Fue fundamental para perfeccionar y potenciar el plan de negocio de la empresa». Asimismo, van der Laan señala: «Nuestro estudio de viabilidad mostró también que el cumplimiento del tratamiento es un problema importante al que se enfrentan los oftalmólogos. Por ello, trabajaremos con oftalmólogos para obtener un fármaco en un preparado que sea tolerable para los pacientes». Van der Laan cuenta que los pasos siguientes están relacionados principalmente con la superación de estos obstáculos tecnológicos y reglamentarios. Si lo logra, la empresa espera pasar a ensayos clínicos de fase I, antes de vender la licencia del fármaco a una empresa farmacéutica. Se espera que la transacción alcance un valor de unos 40 millones EUR, y las principales empresas farmacéuticas ya han manifestado su interés.
Palabras clave
SA-VOIR, glaucoma, ceguera, enfermedad de Alzheimer, enfermedad, neurodegenerativa, proteína τ, taupatías, molécula, oftalmólogo