Investigación de la dinámica sociocultural del bienestar y la salud mental
La carencia de contextualización de la ciencia y las aplicaciones de las intervenciones psicosociales y de salud mental es la fuente de gran parte de las críticas de los ciudadanos. El proyecto PSYCHOCONTEXT, financiado con fondos europeos, tenía como objetivo ofrecer un reconocimiento integrado con fuentes y ascendente de la necesidad de intentar contextualizar siempre las intervenciones en materia de salud mental y los obstáculos profesionales e institucionales a este proceso a escala europea. Los investigadores emplearon métodos de investigación-acción participativa con usuarios de servicios de salud mental y sus familiares, profesionales de servicios psicosociales y grupos de la sociedad civil. El primer hito del proyecto, emprendido con el apoyo del programa Marie Skłodowska-Curie, fue elaborar distintos análisis, como «A Systematic Review and Meta-analysis of Recovery Educational Interventions for Mental Health Professionals» («Un análisis sistemático y metaanálisis de las intervenciones educativas de recuperación para profesionales de la salud mental») y un estudio experimental sobre el impacto de la dinámica social y la ciudadanía en el bienestar, así como las posibilidades de integrar estas ideas en la práctica relacionada con la salud mental. El segundo fue recopilar información sobre los métodos que ya se emplean en la asistencia mental. «Los resultados de ambos hitos se emplearon para organizar talleres con usuarios y profesionales de servicios de salud mental. Los usuarios fueron entrevistados cualitativamente y se evaluó a los profesionales en el marco de un ensayo aleatorio grupal y empleando una medida psicométrica elaborada a partir de análisis de grupos de análisis», explicó Francisco José Eiroa-Orosa, coordinador de PSYCHOCONTEXT.
Entrevistas, grupos de análisis y estudios experimentales
El proyecto llevó a cabo entrevistas y organizó grupos de análisis, así como un experimento en línea sobre el impacto de las variables socioculturales sobre el bienestar y malestar psicosocial. Estas actividades implicaron un intenso trabajo de recopilación de información mediante técnicas de investigación participativa. El experimento en línea fue una consulta aleatorizada sobre la interacción entre bienestar y ciudadanía, que tenía como objetivo identificar la solidez de su relación. El estudio investigó asimismo la capacidad de cambiar los niveles de bienestar y ciudadanía a lo largo del tiempo, tras la exposición a una intervención breve que implique creencias en la justicia social, asertividad y valores. Según Eiroa-Orosa, los resultados sugirieron una sólida relación positiva entre el bienestar y la ciudadanía. «El estudio ayudó a aumentar la sensibilización sobre las injusticias que perjudicaban la experiencia de los grupos, a la vez que se promovían formas para que las personas se empoderasen ellas mismas», explicó. «Los profesionales podrían utilizar los resultados para proporcionar una plataforma para grupos vulnerables y ofrecerles así los recursos para ser más asertivos y estar más implicados en los proyectos comunitarios. Esto puede ayudar a aumentar sus responsabilidades, papeles y relaciones significativas, las cuales podrían mejorar posteriormente su bienestar general y su sentido de ciudadanía».
Los triálogos facilitaron aún más el intercambio de información
En general, el proyecto mejoró las relaciones entre los agentes clave en el campo de la salud mental. Además, defendió los derechos de los usuarios de los servicios a partir de un modelo centrado en las personas y fomentó el activismo en materia de salud mental como forma de combatir el autoestigma. Impartió a usuarios de servicios de salud mental y profesionales formación centrada en las alternativas al diagnóstico, la recuperación con los usuarios de servicios como protagonistas, así como herramientas para respetar los derechos de los usuarios de servicios de salud mental. «También llevamos a cabo triálogos entre usuarios de servicios, familiares y profesionales en algunas de las instituciones donde se habían llevado a cabo los talleres. Esto facilitó que el intercambio de información entre los profesionales y las personas con experiencias vividas fuera bidireccional», señala Eiroa-Orosa. Todas las actividades se llevaron a cabo en un entorno de respeto mutuo y facilitando la participación de todos. Cada persona tenía la oportunidad de aportar su experiencia personal y hacer propuestas relacionadas con las situaciones vividas en el campo del cuidado de la salud mental.
Palabras clave
PSYCHOCONTEXT, salud mental, bienestar, ciudadanía, psicosocial, profesionales