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¿Cuál es la relación del Alzheimer con la tasa de atrofia de los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo?

Un estudio financiado con fondos europeos ofrece información novedosa sobre el envejecimiento del cerebro y corrobora que, de hecho, podría existir un vínculo entre el envejecimiento saludable y la enfermedad de Alzheimer.

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¿Existe un vínculo entre el envejecimiento normal y el Alzheimer? Posiblemente sí, tal como afirma un nuevo estudio publicado en la revista científica «Nature Communications». El estudio demostró que algunas regiones del cerebro comienzan a deteriorarse más rápidamente hacia los treinta años y que estos cambios son aún más rápidos en personas con Alzheimer. El objetivo de los investigadores, que contaron con el respaldo de los proyectos financiados con fondos europeos Lifebrain, CONSTRUCTIVEMEM, AgeConsolidate y NeuroCogPlasticity, era estudiar el envejecimiento cerebral y la enfermedad de Alzheimer centrándose en la corteza cerebral, el estrato exterior del cerebro. En el cerebro de las personas jóvenes, los hemisferios derecho e izquierdo de la corteza cerebral, que desempeña un papel fundamental en el pensamiento, la memoria, el lenguaje y la conciencia, no tienen el mismo grosor, un fenómeno conocido como asimetría cortical. Por lo general, a medida que las personas envejecen, el grosor de la corteza cerebral se va reduciendo, y los hemisferios derecho e izquierdo se atrofian al mismo ritmo; o eso creían hasta ahora los científicos. Sin embargo, este estudio revela que el hemisferio en que la corteza cerebral era más gruesa a los veinte años probablemente se deteriorará con mayor rapidez. Los investigadores cuantificaron el grosor de la corteza cerebral de individuos sanos de Europa y los Estados Unidos, así como de una cohorte australiana de pacientes con demencia. «Logramos medir el grosor de cada región de la corteza cerebral en más de dos mil seiscientos voluntarios sanos de cinco países, hasta obtener seis medidas de la misma persona a lo largo del tiempo», comenta James Roe, autor principal del estudio y coordinador del proyecto en la Universidad de Oslo, en un artículo publicado en el sitio web «Mirage News». «Muchos otros conjuntos de datos cerebrales solo incluyen un electroencefalograma por persona, por lo que no se pueden estudiar los cambios que se producen en la misma persona a lo largo de su vida. Disponer de electroencefalogramas de seguimiento de las mismas personas fue absolutamente fundamental para nuestro estudio».

Las repercusiones de una corteza cerebral menos gruesa

El hallazgo del equipo de investigación de que la asimetría cortical disminuye con la edad corrobora que los hemisferios derecho e izquierdo del cerebro se atrofian a un ritmo diferente. También se descubrió que el hemisferio izquierdo del cerebro se atrofia más rápido con la enfermedad del Alzheimer que con el envejecimiento normal. «Aún es muy pronto para llegar a una conclusión, pero la asimetría cortical podría emplearse como marcador para detectar cambios tempranos en el cerebro en la enfermedad de Alzheimer; se cree que estos cambios se producen antes de que comiencen a aparecer síntomas cognitivos», comenta Roe en el mismo artículo. Se descubrió que la disminución de la asimetría comienza alrededor de los treinta años, continúa durante la vida adulta de la persona y se acelera alrededor de los sesenta años. «La consecuencia es que al menos algunos cambios cerebrales relacionados con la enfermedad de Alzheimer pueden producirse durante períodos prolongados de la vida, posiblemente del orden de decenios, y pueden solaparse bastante con los que acontecen de forma gradual durante el envejecimiento normal», afirma Roe. El proyecto Lifebrain (Healthy minds from 0-100 years: Optimising the use of European brain imaging cohorts) aportó 3 conjuntos de datos recopilados a lo largo de la vida adulta para estudiar los cambios cerebrales en personas de 0 a 100 años, y se analizó otro conjunto de datos recopilados a lo largo de la vida adulta, que comprendía 2 577 electroencefalogramas de 1 084 personas sanas de entre 20,0 y 89,4 años, gracias al respaldo de los proyectos CONSTRUCTIVEMEM (Emergence and decline of constructive memory – Life-span changes in a common brain network for imagination and episodic memory), AgeConsolidate (The Missing Link of Episodic Memory Decline in Aging: The Role of Inefficient Systems Consolidation), y NeuroCogPlasticity (Neurocognitive Plasticity – Lifespan Mechanisms of Change). Para más información, consulte: sitio web del proyecto Lifebrain proyecto CONSTRUCTIVEMEM sitio web del proyecto AgeConsolidate proyecto NeuroCogPlasticity

Palabras clave

Lifebrain, CONSTRUCTIVEMEM, AgeConsolidate, NeuroCogPlasticity, cerebro, enfermedad de Alzheimer, corteza cerebral, edad

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