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Cities Cooperating for Circular Economy

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Cuatro ciudades europeas consiguen poner en práctica principios de economía circular

Gestionar los residuos de forma más eficaz y sostenible nos permitirá abandonar la economía linear y adoptar una economía circular. En toda Europa se han puesto en marcha iniciativas de recuperación, reutilización, reparación y reciclaje.

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En las ciudades con una gran densidad de población, es muy difícil lograr el objetivo de la UE en materia de preparación para la reutilización y de reciclado del 60 % de los residuos urbanos de aquí a 2030. En este sentido, cuatro ciudades europeas (Copenhague, Génova, Hamburgo y Lisboa) han establecido asociaciones basadas en la cadena de valor participativa en el marco del proyecto FORCE, financiado con fondos europeos, a fin de mejorar la circularidad en la gestión de residuos plásticos, residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), biorresiduos y residuos de madera. «Hemos observado que conocer las necesidades de la cadena de valor permite mejorar la reutilización y el reciclaje», comenta Mette Skovgaard, coordinadora del proyecto FORCE.

La recogida separada, una prioridad en la agenda sobre plásticos y RAEE

En Copenhague, el proyecto FORCE estableció programas de recogida para los residuos plásticos domésticos y animó a los ciudadanos a separar más los residuos plásticos. «Cuando Copenhague simplificó su programa, la tasa de recogida aumentó un 30 %», explica Skovgaard. También se llevaron a cabo varias pruebas de reciclaje y separación para los plásticos postconsumo. Los resultados mostraron que el polipropileno (PP) y el polietileno de alta densidad (PEAD) podrían recogerse a partir de desechos residuales, clasificarse y reprocesarse en materias primas secundarias con unas propiedades y un valor similares a los de las materias primas derivadas de los plásticos PP y PEAD separados en origen. En Hamburgo, el objetivo fue sensibilizar a las personas sobre las formas de reducir y evitar los RAEE. El proyecto FORCE presentó una innovadora herramienta de apoyo a la toma de decisiones, CYCEL, para observar el mercado de los RAEE e informar a los ciudadanos sobre las posibilidades de reventa, reparación, reciclaje y donación. El sitio web de CYCEL recibe unas quinientas visitas diarias y alrededor de ochenta visitantes al día consultan el valor de venta de sus dispositivos. Además, los centros de reciclaje de la ciudad efectúan una comprobación previa de los dispositivos que reciben para garantizar que funcionan correctamente antes de transferirlos a una tienda de segunda mano, lo cual generó una reducción del 10 al 20 % de los dispositivos no funcionales.

La circularidad cada vez más atractiva para los residuos de madera y los excedentes alimentarios

Italia cuenta con una elevada tasa de reciclaje de la madera, sobre todo en el sector de los tableros de paneles. A fin de mejorar e integrar la actual gestión de los residuos de madera y probar nuevas prácticas sostenibles, FORCE volvió a diseñar los programas de recogida de cuatro tipos de residuos de madera. Además, se encargó a los residentes de Génova que gestionaran el centro de reutilización «Surpluse», lo que permitió que los vecinos donaran muebles y equipos eléctricos y electrónicos de gran volumen para su reparación. El centro también vende artículos de segunda mano. Se recogieron, repararon y redistribuyeron alrededor de tres toneladas de residuos voluminosos de madera. Lisboa emprendió un proyecto piloto en el que desarrolló la aplicación web LISBOA ZERO con el objetivo de reducir los residuos orgánicos en su origen. En dicha aplicación los productos alimentarios generados y al final de su ciclo de vida útil pueden ser redirigidos a nuevos canales y plataformas. Uno de los objetivos fue identificar las cantidades y la diversidad de fuentes alimentarias y sus residuos, así como cuantificar el ahorro en comida, costes y emisiones de CO2. Con 76 donantes de alimentos suscritos a la aplicación, se estima que los beneficios fueron de 1,6 millones de alimentos recuperados, 800 toneladas de residuos alimentarios evitados y 3 400 toneladas de emisiones de CO2 evitadas.

La economía circular en manos de los ciudadanos europeos

Los resultados del proyecto revelaron la predisposición de los ciudadanos a participar en la economía circular, por ejemplo, mediante la reparación, la reventa, el reciclaje o la donación de sus productos eléctricos o de sus muebles. FORCE puso en marcha múltiples actividades, gestionadas ahora por voluntarios locales. Como señala Skovgaard: «Muchas personas se resisten a deshacerse de artículos que tienen un potencial de reutilización y están dispuestos a minimizar la pérdida de materiales». El proyecto FORCE se propuso minimizar la pérdida de materiales generada por la economía linear y allanar el camino para la circularidad. Las asociaciones dieron lugar a la creación de innovaciones ecológicas y viables. Su adopción por parte de otras ciudades garantizará la competitividad del crecimiento ecológico y la economía circular de Europa.

Palabras clave

FORCE, residuos, reciclaje, economía circular, residuos plásticos, RAEE, excedentes alimentarios, residuos de madera

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